La protección frente a la gripe mantiene el incremento en sus coberturas entre los más mayores

Con el nuevo plan de vacunación ya en marcha –Salud inició el lunes la administración simultánea de la cuarta dosis contra el COVID y de la inyección frente a la gripe común entre los residentes en centros de mayores y personas con discapacidad institucionalizadas–, los datos de los últimos años invitan al optimismo.

Con un retroceso llamativo entre el grupo de edad de 60 a 64 años, del 57,34 en 2020 al 48,23% el año pasado, la cobertura vacunal frente a la gripe se ha multiplicado en esta franja en los últimos cuatro años –29,02% en 2017, 27,77% en 2018 y 29,30% en el siguiente ejercicio–. Las consecuencias del COVID y el miedo a los problemas derivados de un proceso gripal sí fueron más evidentes en los siguientes grupos etarios: en los de 65 a 74 años la tasa llegó el año pasado al 78,57 frente al 77,21%, 64,95 o el 64,55% de los tres años previos; y en los de más de 65 años supero la barrera del 80, con 81,90% frente al 78,30% de 2020.

En el caso de las embarazadas, la tasa pasó del 53,96 al 60,41% cuando en 2017 era solo del 16,68%. Sin embargo, entre los profesionales sanitarios, cayó del 61,99 de 2020 al 49,75%.