Una prohibición 'de mentirijillas'

Desde finales del 2017, los indicadores avisan a los camioneros de que deben abandonar las mencionadas nacionales y desviarse por la única vía de peaje que atraviesa La Rioja. Así fue a finales del 2017 y en el 2018, pero este año, a pesar de que los carteles así lo siguen señalando y el recorrido continúa estando bonificado, la Dirección General de Tráfico no restringe el tráfico por la N-124, como así lo recoge la resolución de 25 de marzo de 2019 de la DGT.

Se decidió poner fin al veto en la teoría que no en la práctica porque, entre otros motivos, en el tramo prohibido de esa vía, que son los apenas ocho kilómetros que separan Briñas, en el límite con Álava, y Gimileo, no se puede hablar de elevada siniestralidad y, por tanto, la medida no se podría justificar por esta cuestión.

No es la única razón. Tal como detalla la jefa provincial de Tráfico de La Rioja, Beatriz Zúñiga, a las afuera de Haro existen dos empresas mineras que solicitaron permiso para poder circular por la N-124 y como «no era cuestión de conceder un permiso extraordinario se decidió eliminar la prohibición», apunta.

Esta nueva situación se notificó al Ministerio de Fomento, que es el encargado de la colocación y modificación de los carteles, pero todavía no ha hecho el cambio eliminando de las señales de tráfico las referencias a la nacional en cuestión. No obstante, también se informó a la Policía Local de Haro y a la Guardia Civil porque, estos últimos, ya no pueden multar a un vehículo pesado de cuatro ejes o más que circule por esta vía.

El resultado de la falta de compás, al menos en esta cuestión, entre el Ministerio del Interior, del que depende la Dirección General de Tráfico, y el de Fomento es que ayer mismo los camiones continuaban entrando a la autopista o abandonándola en Zambrana, a pesar de que podrían hacerlo en el peaje de Haro, eso sí, con el inconveniente de que si vienen por la autopista desde Zaragoza, por ejemplo, y tienen que continuar viaje hacia Miranda, deberían atravesar la ciudad jarrera, incluido el barrio de la Estación, hasta incorporarse a la N-124. Lo mismo podría ocurrir si el trayecto es a la inversa y el transportista viene de Miranda y se dirige a Zaragoza. En teoría estaría obligado a coger la autopista en Haro y no en Zambrana y para llegar al peaje tendría que cruzar el corazón de la ciudad.

A esta situación, que aunque afecta de forma simbólica y a un recorrido de pocos kilómetros, se suma que aunque no es obligatorio circular por la vía de peaje los camioneros siguen beneficiándose de las bonificaciones previstas en el Real Decreto 1023/2017 de 1 de diciembre, anulado en julio por el Supremo pero que permanecería vigente hasta que el Alto Tribunal aclare cómo ejecutar el fallo.