No ha hecho más que aterrizar en la Consejería de Salud, pero ya ha trazado una hoja de ruta para guiar el barco a dos puertos que considera prioritarios: uno gubernamental, el de la culminación del retorno a la sanidad pública de todos los servicios ... externalizados; y el otro, personal, con la puesta en marcha de una estructura de coordinación sociosanitaria que augura vital en el futuro de una región cada vez más envejecida. Sin olvidar el agradecimiento a su antecesora, Sara Alba, María Somalo muestra su confianza en una inminente relajación de las restricciones y en la normalización tras la sexta ola pandémica, una senda en la que descarta cualquier directriz de priorizar la economía sobre la Salud. «Todo lo contrario», señala.
– No ha cumplido aún dos semanas en el cargo, ¿tiene ya un diagnóstico de la sanidad riojana?
– Tengo una primera percepción que sinceramente me agrada, que es el alto nivel de compromiso que he detectado en mis contactos no solo con los profesionales de la sanidad riojana, sino con los de los colectivos que esta Consejería tiene bajo su responsabilidad. De todos he sacado la conclusión de que están cansados por el esfuerzo realizado debido a la pandemia, pero también con el compromiso de acometer la gestión simultánea de ésta y la de su actividad ordinaria y, sobre todo, el ánimo de iniciar nuevos proyectos.
– ¿Qué le han reclamado?
– Todavía no les ha dado tiempo de pedir. Yo he tratado de trasladarles mi agrado por la confianza que me generan. Es verdad que puede parecer que entro a dirigir una consejería que está en una mala situación, pero la percepción que tengo es que es una consejería que está todavía en un momento malo, de tensión, de mantenimiento de una situación que no es favorable, pero de la que todos podemos salir reforzados.
– Su antecesora ha gestionado, sin saltarse las directrices del Ministerio y del Palacete, los dos años terribles de pandemia, cumplió su compromiso de devolver a lo público todo lo externalizado, ha dejado listo el Plan Estratégico de Atención Primaria... ¿Qué le ha pedido Concha Andreu que no hizo Sara Alba?
– El reto fundamental es completar la internalización de los servicios que estaban privatizados y devolverlos a la gestión de la sanidad pública. Hay que decir que la mayoría de compromisos que había en el pacto de Gobierno prácticamente se han cumplido, pero quedan retos importantes como son la internalización del transporte sanitario para su gestión por la empresa pública creada al efecto; la transformación de la Fundación Hospital de Calahorra en una fundación sanitaria pública, con la integración del personal dentro de la estructura del SERIS; y terminar con la internalización del servicio de Hemodiálisis, ya parcialmente recuperado.
– ¿Ha podido hablar con ella? Me refiero a Sara Alba. ¿Fue un traspaso de poderes correcto?
– Sí, tuvimos un traspaso correcto. Yo, desde luego, solo puedo agradecer su trabajo, sus desvelos, mi agradecimiento como compañera de Gobierno en su día y, sobre todo, agradecerle, en mi calidad de riojana, la protección que nos ha dado a todos.
Sara Alba
«Solo puedo agradecerle su trabajo, sus desvelos y, como riojana, la protección que nos ha dado a todos»
– Aunque se negó durante meses, el cese de Alba era un secreto a voces. ¿Cuándo le propuso Andreu hacerse cargo de Salud?
– Eso forma parte del ámbito más íntimo de lo que es el Gobierno, pero vamos a decir que con el tiempo suficiente.
– ¿Tuvo que pensárselo mucho?
– Sí. No por nada concreto, sino porque yo tenía la suerte de estar en una dirección general en la que estaba realmente muy a gusto y creo que trabajando de una manera muy importante para unos colectivos especialmente vulnerables. En ese sentido, separarme del ámbito de los Servicios Sociales lleva su duelo, porque es un colectivo al que se le coge mucho cariño desde el minuto uno. Una de las cosas que más me ha animado y que la tengo en el corazón y en la cabeza es que creo que ahora mismo las consejerías de Salud y de Servicios Sociales están en un momento inmejorable que tenemos que aprovechar para acometer el inicio de la estructura de la coordinación sociosanitaria que será muy necesaria en el futuro.
– ¿Se ha arrepentido ya en algún momento de haber dado el sí?
– No, en ningún momento, el único ánimo es el de trabajar.
– ¿Se plantea nuevos cambios en una Consejería en la no queda nadie, salvo Alberto Lafuente, del equipo inicial?
– No, para nada. El resto de cargos, tanto los gerentes como los directores generales, han manifestado su voluntad de continuar y, además, con agrado.
Cambios descartados
«No me planteo cambios, para nada. El resto de cargos ha manifestado su voluntad de continuar y, además, con agrado»
– Precisamente, respecto a Alberto Lafuente hay quien, de hecho, ha visto una cierta bicefalia en Salud que explicaría algunos de los roces. ¿Qué opina?
– Sí, sé que la Prensa se ha referido a Alberto Lafuente como el hombre fuerte de la Consejería, pero en este sentido tengo que decir que precisamente uno de los motivos que me llevó a aceptar el cargo fue la confianza que me generan los profesionales y la confianza que me genera Alberto Lafuente como hombre fuerte del SERIS. Estoy encantada de estar acompañada de hombres fuertes y de hombres altos, como lo evidencia el nombramiento de Salva Díez, y de mujeres muy fuertes.
Sin bicefalia
«Estoy encantada de estar acompañada de hombres fuertes, y altos como Salva Díez, y de mujeres muy fuertes»
– ¿Le ha dado la presidenta libertad absoluta y plenos poderes?
– Sí, sí. Todavía no hemos tenido que tomar decisiones, pero sí, desde luego.
– Por desgracia la pandemia sigue ahí. ¿Es hora de empezar a priorizar lo económico sobre lo sanitario? Hay quien habla ya de gripalizar el COVID.
– Priorizar la economía sobre la salud no es desde luego por el momento la intención del Gobierno de La Rioja, sino todo lo contrario. Se ha dedicado una parte muy importante del Presupuesto para la Consejería de Salud y el 25% de la partida del SERIS se destina a la Atención Primaria, que es ahora el principal foco de atención y actuación inmediata.
Optimismo moderado
– La sexta ola sigue ahí y el Consejo de Gobierno debe decidir si vuelve a prorrogar el pasaporte COVID y el resto de restricciones. ¿Qué propuesta defiende Salud?
– La propuesta se hará mañana (por este miércoles) tras la oportuna deliberación de los miembros del Consejo de Gobierno, pero sí que podemos decir que el número de contagios desciende, no de una manera tan drástica como se podría prever, pero sí podemos decir que el dato que creemos ahora fundamental a tener en cuenta es el de la presión hospitalaria y nos invita a ser optimistas, porque ahora mismo está controlada y, aún en el supuesto de un empeoramiento significativo, aún seguiría bajo control. Eso nos invita al optimismo, y nos da la posibilidad de establecer un escenario de relajación de medidas. Sí es verdad que la valoración que tenemos del Pasaporte COVID es positiva, porque ha incrementado el número de primeras dosis administradas y, además, es una medida que no ha suscitado rechazo social, con lo que los beneficios de su mantenimiento son mayores que las reticencias o problemas que pueda generar.
Pasaporte COVID
«Los beneficios de su mantenimiento son mayores que las reticencias o problemas que puede generar»
– ¿Vamos a un escenario de abrir la mano en las restricciones a, por ejemplo, el ocio nocturno?
– Sí, ese escenario está abierto dados los datos actuales, pero también hay que ver un poco y actuar en consonancia con las decisiones que se adopten en las comunidades autónomas limítrofes. Estamos en coordinación con ellos, aunque, insisto, nuestra presión hospitalaria es infinitamente mejor a la que hay en Navarra, Aragón o País Vasco. Estamos en un optimismo moderado, pero para que las medidas se puedan relajar o ir eliminándolas progresivamente tenemos que seguir contando con la colaboración de la ciudadanía.
– En su toma de posesión aseguró que llegaba para lograr la sanidad que los riojanos se merecen. ¿Qué le falta al margen del déficit de profesionales que es un mal universal?
– Le falta una cierta transformación atendiendo a la realidad de un perfil de usuarios que va a ser predominante en el futuro. En La Rioja hay un dato que no podemos obviar ahora y mucho menos en el futuro, que es el envejecimiento de nuestra población porque la esperanza de vida ha crecido mucho, 81 años en los hombres y 86 en las mujeres, que tiene mucho que ver con la calidad de los servicios sanitarios que se vienen dando. Nos falta o deberíamos ser capaces de reorientar la atención que se da para dar una adecuada respuesta a un perfil futuro de usuario mayormente de pluripatología crónica con mayores recursos sociosanitarios y especializar determinados servicios en el ámbito de la cronicidad y de la dependencia o la fragilidad. Ese es un reto importantísimo.
Medidas restrictivas
«La situación de presión hospitalaria controlada nos da la posibilidad de un escenario de relajación de medidas»
– ¿Ha analizado las listas de espera quirúrgicas y de consultas? ¿Es preocupante? ¿Qué soluciones se barajan?
– No, no es preocupante, según nos trasladan los propios responsables. Ha habido olas en las que las listas quirúrgicas han sido más importantes, aunque las intervenciones urgentes y oncológicas no se han suspendido nunca pero en la quinta ola y en esta sexta se han mantenido la actividad normal y, además, se puso en marcha en septiembre el servicio quirúrgico de tarde. La situación es mejorable, pero no es preocupante, no.
Listas de espera quirúrgicas
«En septiembre se puso en marcha el servicio quirúrgico de tarde y la situación es mejorable, pero no preocupante»
– ¿Qué objetivo prioritario concreto se ha marcado para lo que resta de legislatura?
– Voy a destacar dos. Uno por responsabilidad de Gobierno y el otro, personal. Respecto al primero, completar como recoge el pacto de Gobierno los procesos de reversión al ámbito público lo que durante mucho tiempo ha estado encomendado a la gestión privada; y en cuanto al otro, es, como le decía antes, el reto personal de encauzar y estructurar la coordinación sociosanitaria, porque creo que es muy necesaria y porque, además, considero que estamos en un momento inmejorable para ponerla en marcha.