Laura González y Estrella Vallejo, en el autobús, el miércoles y este jueves. justo rodríguez

«Se me ha hecho raro el trayecto sin mascarilla, ya estaba acostumbrado»

La mayoría de los usuarios de autobús decide quitarse el tapabocas, aunque con precaución: «Solo me la pondré si hay mucha gente»

Miércoles, 8 de febrero 2023, 10:20

Pasadas las nueve de la mañana, la mayoría de los viajeros de las distintas líneas de autobús que confluían en la estación apostaron por desprenderse de la mascarilla. A los pocos minutos, nada más llegar el autobús metropolitano, Íñigo Martínez procedía a bajarse con la ... cara totalmente descubierta. «Se me ha hecho raro no llevarla, porque ya estaba acostumbrado», aseguraba este joven riojano que, desde que tiene la posibilidad de ir sin ningún tapabocas, «prefiero no llevarlo por comodidad y porque ya tengo todas las vacunas».

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A pesar de que el frío apretaba alrededor de los autobuses, Carmen Uceda, que aguardaba con su equipaje a que llegase el suyo, celebraba el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte público. «Mucho mejor así, porque era un incordio y muy incómodo tener que estar cuatro horas con la mascarilla a cuestas». En su caso, aunque el trayecto que iba a realizar era más corto –hasta Santander– apuntaba que «puedes viajar segura aunque vayas sin ella, porque ahora la gente parece que es más responsable». De ahí su postura de despedirse, en principio, de la incomodidad que le generaba la mascarilla. «Si veo que estoy mala me la pondré», afirmaba antes de subirse al autocar.

Cerca de ella, Isabel Angulo confesaba que llevaba la mascarilla guardada en el bolsillo por si aún era obligatorio realizar el trayecto con ella puesta. «No estaba segura de si hacía falta o no, le iba a preguntar al conductor si seguía siendo obligatoria». Por eso, nada más enterarse del fin de esta restricción, aseguraba que «como ya no es obligatoria, no la voy a llevar». Todo podría cambiar en función de la afluencia. «Si vamos muy pegados, igual sí me la pongo, pero en principio no lo haré».

Quien sí que decidía subirse al autobús con la mascarilla eran Julia García y su familiar. «La llevamos para protegernos nosotras y a los demás, sobre todo porque vamos a visitar a nuestra familia». En el lado opuesto se situaba Pilar Martín, que se enteró del fin de esta restricción unos instantes antes de adentrarse al autobús. «Me he enterado antes de que ya no hacía falta llevarla porque he visto a gente sin mascarilla en el autobús. Me parece bien que la quiten, porque el covid ya ha pasado un poco de largo». Su pretensión era no ponérsela, a no ser que hubiese mucha gente en el transporte. «Me molestaba mucho, por lo que dependerá de cómo vaya el autobús. Si veo que la mayoría de la gente la lleva, me la pondré».

Vídeo. Viajar sin mascarilla tVR

Juan Cordón, que estudia en la capital, valoraba positivamente poder dejar a un lado la mascarilla. «Como estudio en Madrid, el transporte público es algo súper habitual, por eso que la quiten es algo más liberador; también mentalmente hace que pasemos esta etapa de casi tres años». En su caso también va a pasar a ser «una preocupación menos en la vida, porque no hay que estar tan pendiente de llevarla». De ahí que solo se la vaya a poner «en aquellos trayectos en los que haya mucha gente y no me sienta cómodo».

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Casi a media mañana, en un autobús urbano, la presencia de la mascarilla era mínima: solo la llevaba su conductor, Ricardo Martín, «por la situación que tengo en casa y para evitar en la medida de lo posible que se contagien». En medio del autocar, Yasmina Frías mostraba una amplia sonrisa al ser interpelada por cómo recibía su primer día sin mascarilla. «Lo recibo bien porque no tenía mucho sentido que nos juntemos con los amigos sin mascarilla y que tengamos que ponérnosla para entrar al autobús». Ya no solo por eso, sino porque «veo que la situación va a mejor y es cosa de cada uno cuidarse». «No te sé decir qué haré, todo dependerá de cómo evolucione la pandemia o de si tengo gripe o catarro, porque entonces me la pondré».

Vídeo. «Creo que quitar la mascarillas es una medida positiva» Justo Rodríguez

Al poco, una pareja procedía a sentarse por el final con la mascarilla puesta. «¿Ya no es obligatoria? Pensábamos que sí, por eso la llevamos, aunque también por la costumbre de tener que llevarla siempre para el transporte», decía sorprendida Noemí Cano mientras se quitaba aliviada la mascarilla. «Estaba harta de llevarla siempre; ahora solo me la pondré si hay un repunte de casos o pasa algo». Más tarde, Estrella Vallejo reconocía que, aunque comenzaron el trayecto sin mascarilla porque «se puede respirar mejor, mi hija y yo nos hemos acabado poniéndonosla porque ha entrado gente mayor que no se la quería quitar. Vamos poco a poco».

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