Los hoteles prevén ocupaciones del 80% en Todos los Santos en el año con más turistas

El año 2024 está siendo positivo para sus intereses, tal y como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE), que contabiliza hasta septiembre un total de 464.654 viajeros en los hoteles de nuestra comunidad autónoma. La cifra mejora el registro de 2017, de grato recuerdo para los establecimientos, porque después la tendencia fue a la baja hasta que con la pandemia del covid se tocó suelo en 2020. Tras dos ejercicios de ligera recuperación, en 2021 y 2022, el año pasado ya alcanzó números «interesantes» y en este 2024 se confirma la remontada. Domínguez, en cambio, opta por la «cautela» y recuerda que la estadística, «que está bien y nos felicitamos por ello, no valora datos tan importantes como la rentabilidad de nuestros clientes».

Y en esta variable económica tienen mucho que ver las pernoctaciones y que ahora son inferiores a las que hubo en 2017. «Nos está costando mucho saltar del promedio de 1,7 –pernoctaciones– a 2, parece sencillo pero la diferencia es abismal. Cuando hablamos de turismo de calidad para nuestros negocios, nos referimos a eso», sostiene Daniel Muela, director del Hotel F&G de Logroño. La Rioja, a pesar de su reducido tamaño, «tiene atractivos suficientes para poder pasar aquí dos noches y a ello tenemos que aspirar», añade. Confía en que este fin de semana de tres días «alcancemos ese objetivo» para dar continuidad a un año que Muela también tilda de «bueno. En octubre, por ejemplo, hemos funcionado muy bien, aunque el verano fue irregular».

Al 80% u 85% de ocupación confían en llegar por Todos los Santos los hoteles de la capital,«mientras que en otros puntos de la región esa expectativa puede ser algo menor –en torno al 70%–», señala el también vicepresidente de patronal integrada en la Federación de Empresas de La Rioja (FER). En este sentido, Domínguez espera que «Logroño y otros destinos de la región lleguen a ocupaciones importantes para que arrastren al conjunto a mejorar sus reservas».

Fuera de la capital también hay destinos muy demandados como pueden ser Haro o Ezcaray en La Rioja Alta. Al frente del Hotel Arrope, en la localidad jarrera, se encuentra Miguel Achótegui, que no oculta que «estamos llevando un muy buen año. En septiembre y octubre hemos trabajado a un nivel alto. Las bodegas atraen a mucho visitante, entre semana extranjeros y los fines de semana más turista nacional. Pero todos ellos son bien recibidos». Sus expectativas para estas próximas fechas festivas también son «las mejores. Creo que la restauración y los alojamientos de esta zona vamos a funcionar bien».

La desestacionalización del turismo es «otro de los grandes retos pendientes», asegura Muela, y para que esa asignatura se vaya sacando adelante se necesita «el trabajo conjunto, ir todos de la mano», apuntan los agentes del sector. «Llevamos muchos años de retraso turístico en La Rioja y aún tenemos un buen recorrido para mejorar las estancia», opina Demetrio Domínguez, que apela a crecer en números estadísticos pero también «en realidades de lo que nos importa. No queremos un parque turístico donde solo hay días y horas en los que hacemos colas para disfrutar, queremos un turismo sostenible y respetuoso con los vecinos, las ciudades y los pueblos».

Sin olvidar, matiza Achótegui, que «hay negocios hoteleros que no lo están pasando bien. Debemos jugar todos con las mismas reglas». En este sentido, el presidente de la patronal concluye que «la hotelería es el motor del turismo y el subsector que más empleos genera». El viajero «decide en cada momento dónde se aloja, lo importante es que tenga seguridad y convencimiento de que su estancia sea la correcta y cumpla sus expectativas».