Ruth García Pinar | Presidenta de Gylda

«Es importante enfrentarse a los discursos de odio, son la antesala de las agresiones»

– Aunque no sea la primera mujer que preside Gylda, hacía tiempo que no había una. ¿Falta visibilización del lesbianismo?

– La sociedad es machista hasta en esto y los roles de género provocan que haya chicos gais que tengan plumofobia. Tú mismo has supuesto que, por ser chica, soy lesbiana, cuando me considero bisexual. Existe una presunción de heterosexualidad y, si estás con una mujer, de lesbianismo. Pero es tan importante que haya una mujer como que representemos otras realidades, no solo gente blanca con buenos trabajos. Si no tuviéramos nuestro trabajo sería más difícil pertenecer a Gylda.

– ¿Aún condiciona laboralmente admitir que se es gay?

– A mí, no, porque soy funcionaria, pero a mucha gente, sí.

– ¿Qué le ha parecido el vaivén de la bandera LGTBiQ+ en el Ayuntamiento de Logroño?

– Me alegro de que se haya resuelto. La ciudadanía logroñesa, en general, es abierta y plural, la mayoría tiene interiorizados los valores democráticos. Nos alegramos de que el PP tenga mayoría absoluta y que desde el primer día fuera todo fácil para poner la bandera, aunque nos extrañó el asunto porque no pensábamos que fueran a entrar estos discursos de odio.

– Si el PP se 'rinde' ante Vox a nivel local sin necesitarlo para gobernar, ¿qué temen que suceda si pactan a nivel nacional?

– Ese es el temor que tiene toda la sociedad por la ola reaccionaria que está habiendo a nivel mundial. Aunque, afortunadamente, en La Rioja no tienen tanta fuerza, hay otras entidades que denuncian de forma profesional para ganar notoriedad e infundir miedo. Los temores a nivel individual e institucional van calando, y creo que eso ocurrió en el Ayuntamiento. La ambigüedad jurídica les pudo hacer echarse atrás, aunque me alegro de que se volviera a cambiar.

– Sin menospreciar el tema, no deja de ser un símbolo que, en lo material, no soluciona nada. ¿Qué importancia real tiene?

– Detrás de una bandera hay muchas personas y pueden ver que sus derechos valen menos, que su identidad o forma de ser le hace esconderse porque no se puede colgar en la fachada de una institución pública. Puede mermar a la juventud o a personas que no tienen seguridad en el trabajo. Es verdad que en España tenemos derechos conquistados, pero eso no significa que no se pueda retroceder. Hay muchos derechos adquiridos que se están perdiendo en países desarrollados, como Italia, donde mujeres como yo están perdiendo, con carácter retroactivo, la jurisprudencia legal de sus hijos. Son cosas importantes, como el pin parental, que después de Murcia parece que se va a implantar en Islas Baleares. Yo, como docente, veo miedo a trabajar con un cuento sobre diversidad, que es la realidad.

– ¿No cree que es cuestión de tiempo, que Vox es el PP de hace veinte años? El PP ya ha asumido los derechos LGTBiQ+ y en breve puede haber gais en Vox...

– Ojalá. Los derechos fundamentales son obvios y son por el bien de la ciudadanía. No hace falta ser LGTBiQ+, puede serlo alguien de tu familia, algún compañero de trabajo, tu médico... La sociedad es diversa y transversal. Espero y deseo que no sea prolongada pero creo que la ola reaccionaria va a durar muchos años y es importante enfrentarse a los discursos de odio, que son la antesala de las agresiones. La ciudadanía también debemos ser conscientes de qué votamos.

– En La Rioja venimos de un gobierno «progresista» con una Consejería de Igualdad que no parece haber hecho demasiado. ¿Qué opinión le merece?

– Es un avance que haya una Consejería de Igualdad y esta, en concreto, sé que ha sido polémica. Desde la Dirección General de Igualdad se han implementado cuestiones del colectivo importantes y relevantes, como la puesta en marcha del Centro LGTBi+ de La Rioja que gestiona Gylda desde noviembre (en un día realiza cinco atenciones). No sé si toda la ciudadanía lo conoce pero está abierto a todo el mundo, con servicios de psicología, trabajo social y abogacía. Desde luego que se podían haber hecho otras cosas, pero hay que reconocer las que se han hecho. Ahora, con el nuevo Gobierno, esperamos que sigamos avanzando.

– Hay una diferenciada cultura LGTBiQ+ pero, para normalizarla, ¿es necesario distinguirla?

– Puede haber un festival de música o un libro en el que convivan artistas LGTBiQ+ con otros que no, pero pensamos en la importancia de reivindicar la cultura del colectivo. Igual que necesitamos referentes de mujeres porque la sociedad las ha invisibilizado, pasa lo mismo con el colectivo. Haciendo cosas específicas ayudamos a que la juventud pueda entender que puedes desarrollar una vida plena, sin dificultad, cuando a veces hay trabas por eso o por ser mujer.

– A nivel artístico es innegable que desde hace décadas hay referentes LGTBiQ+...

– Como es un sector más libre, sí puede haber más referentes. Pero creo que hay que darle otro valor, como hacer el Morrete Fest para diferenciarnos. A veces hay festivales del 'Orgullo Gay' que ni siquiera tienen artistas LGTBiQ+ en el escenario. Creímos importante hacer una seña de identidad desde una ciudad pequeña, abierta, diversa y empoderada.

– Y se atrevieron con un artista que otros festivales de la región no han osado poner en sus carteles: Putochinomaricón.

– Putochinomaricón, a nivel artístico, está muy bien valorado. A veces desde el colectivo nos apropiamos de términos para hacer ver que no nos pueden hacer tanto daño. Hay quien nos ha atacado, pero hay que hacer pedagogía.

– ¿Y qué opina sobre la polémica de 'La Virgen de Logroño'?

– La Gala Drag surgió del profesorado del IES D'Elhúyar y desde Gylda buscamos los modelos entre el alumnado. En 27 años nunca había ocurrido algo así. La pobre alumna tiene un juicio en el que le piden de 1 a 4 años de responsabilidad penal. En ningún momento había provocación, y si la hubiera habido no la hubiéramos censurado. Hemos pasado días muy malos. La gente cree que Gylda hace esto porque no somos creyentes, cuando hay muchos miembros que lo son, incluso nazarenos.

– ¿No era de esperar que el obispado se ofendiera si ya lo hizo porque dos danzadores bailan sobre el altar de una iglesia en un vídeo turístico de La Rioja?

– Pero es que ni siquiera era una representación de ninguna Virgen en concreto, era por la canción. Me da pena que cree crispación algo que no lo pretendía.

– Aunque no sea el caso, ¿al colectivo LGTBiQ+ no le agrada provocar, no pasar inadvertido?

– Hay mucha diversidad, y eso es lo bonito. Claro que habrá personas que quieran transgredir. Como elemento artístico creo que es importante la provocación, aunque en lo personal no lo comparto.