Imagen de archivo de la presa de Soto-Terroba, cuyas obras comenzaron en 2008. Miguel Herreros

Soto-Terroba encara sus últimos trabajos para iniciar la fase de carga en seis meses

La presa se somete a intervenciones en los desagües de fondo y pruebas de auscultación, pero su puesta en marcha total se dilatará más de dos años

Víctor Soto

Logroño

Martes, 5 de marzo 2024, 07:46

La presa de Soto-Terroba ve en el horizonte una fecha. No es la primera vez que le ocurre y tal vez no sea la última, pero la infraestructura hídrica puede encarar la larga recta final antes de su definitiva (y dilatada en el tiempo) ... puesta en marcha.

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Actualmente, los servicios de la Confederación Hidrográfica del Ebro se encuentran inmersos en trabajos en los desagües de fondos de la instalación. De la misma manera, se están llevando a cabo otros trabajos de auscultación (pruebas que se realizan durante la construcción, estabilización y vida útil de las presas y otras grandes infraestructuras).

La previsión desde la Confederación es que estos trabajos duren unos seis meses. Cuando finalicen, y siempre que los resultados sean positivos, daría comienzo la última fase, la de puesta en carga, un proceso que al menos tarda dos años en completarse (siempre dependiendo de las precipitaciones y la disponibilidad de agua) y que consiste en llenar, mantener y luego vaciar la presa. Durante todos esos pasos, la instalación será cuidadosamente vigilada para conocer cómo reaccionan tanto el muro, como las paredes laterales y el resto de instalaciones en cada cota de agua.

De la puesta en carga ya se ha hablado en muchas ocasiones. La última, en enero de 2022, cuando la Subdirección General de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras suspendió el proceso por distintas deficiencias. En ese momento se alegó la inexistencia de personal de la presa, problemas en el cuenco de amortiguación del desagüe, evaluación de filtraciones y problemas en el sistema de auscultación, carencias que se están tratando de resolver y para las que en 2023 se licitaron dos contratos públicos.

Fechas

  • Adjudicación Después de años de proceso, en noviembre de 2007 se adjudican las obras por 18,2 millones.

  • Inicio de obras Fue en 2008 cuando comenzaron los movimientos de tierra y el proceso de levantar una pared que se eleva 35 metros.

  • Retrasos Con parones por distintos motivos (movimientos de tierra, modificados, variantes viarias y motivos de seguridad), la presa se ha convertido durante la última década en una especie de esqueleto sin apenas agua. En 2014 tenía que haber estado operativa, pero su horizonte se acerca ya al 2027... si no se producen más parones.

Desde entonces, el Partido Popular ha denunciado en un par de ocasiones los retrasos (años antes las protestas las había encabezado el PSOE), alegando que las obras oficialmente finalizaron en abril de 2020 pero que desde entonces la presa está «paralizada y dañada».

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Largas obras y parones

Con ese horizonte que señala a 2027 como fecha de puesta en marcha de la presa, es preciso recordar que en 2006 fue la primera ocasión que la infraestructura contó con una partida concreta en los Presupuestos Generales del Estado, después de varios años de estudios y alegaciones. El 30 de noviembre de 2007, el BOE anunció la adjudicación por 18,2 millones de euros de las obras, que correrían a cargo de Acciona y Marcor Ebro.

Estas llegaron en 2008, pero sufrieron a partir de 2011 un parón de casi un año que retrasó su teórica apertura hasta 2014. Una década después, con modificados, una variante para la LR-250, un parón entre 2015 y 2017, otro entre 2020 y 2024... la presa aspira a poner el punto y final a una larguísima historia y que se puedan sumar 8,14 hectómetros cúbicos a las reservas hídricas riojanas, mejorar el riego del valle y, sobre todo, regular el río Leza.

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