«Se precisa más personal y no hay excusas para no hacer nuevas contrataciones»

Su rol es crucial dentro del complejo entramado de Urgencias. En el equipo de celadores recae la responsabilidad de trasladar a los pacientes, movilizarlos, informar... «Somos los únicos que estamos con ellos desde que entran por la puerta hasta que ingresan o se van», recuerda ... Ana Ridruejo. Como el resto de compañeros, también en su categoría sufren una situación extrema. Si su tarea siempre ha sido ardua, el coronavirus la ha endurecido aún más. «Enfundarte y quitarte el EPI es engorroso, dificulta un trabajo físico y siempre tienes que guardar las máximas medidas de seguridad porque llevas a pacientes muy diferentes», relata. Si cada proceso es ahora mucho más costoso, los tiempos han aumentado todavía más en muchas de las tareas que desempañan los celadores. «La diferenciación estricta de circuitos limpio/sucio ha hecho que las distancias aumenten aún más en un hospital cuya propia estructura ya obliga a desplazamientos largos», indica. «A veces pueden llegar a transcurrir 30 minutos desde que coges al enfermo hasta que lo dejas en una habitación», agrega sin dejar de recordar las trabas que padecieron en los albores de la pandemia para contar con equipos de protección al ser considerados por el Ministerio como personal de bajo riesgo.