La posibilidad de rescatar toda la aportación desde el 1 de enero de 2025

«Los planes de pensiones son un instrumento finalista y, en este caso, la finalidad es la jubilación. Ahora se va a dar la posibilidad de hacerlos líquidos si tienen al menos diez años de antigüedad», repasa José Luis Manrique, del Observatorio Inverco. En este punto alerta de que «hay que tener en cuenta dos aspectos. La jubilación va a llegar tarde o temprano y si existe una necesidad de rescatar el plan, también ahora hay posibilidades –desempleo de larga duración y enfermedad grave–. Y en segundo lugar, hay que hacer cuentas para saber si es eficiente desde el punto de vista fiscal retirar la aportación».

Porque el capital de los planes de pensiones se considera un rendimiento del trabajo, igual que el salario, y se incluirá en la base imponible general del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Y como el IRPF es progresivo, los tributos a pagar serán mayores cuando más altos sean los ingresos.

La patronal del sector de la inversión colectiva y los fondos de pensiones advierten del «riesgo» en el sistema en caso de retirada masiva de los planes individuales a partir del 1 de enero. También podría haber impacto en cuanto al «acortamiento» en los plazos de los activos de las carteras, lo que se traduciría en una menor rentabilidad de los productos financieros.