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Los aniversarios redondos son fechas propicias para mirar atrás, para comprobar cómo la historia se escribe en letras de imprenta, aunque en ocasiones la realidad se presente como un terreno resbaladizo y lleno de dudas. Incógnitas que aquel lejano 11 de marzo de 2004 se ... magnificaron en las redacciones de todo el mundo.
Había una certeza clara: la barbarie había segado la vida de casi 200 personas (en esos momentos no había una cifra exacta) en Madrid. Pero también un mar de interrogantes. La primera:¿quién era el autor del mayor atentado de la historia de España?
Hasta las 20.00 horas de ese jueves fatal, ETA se había convertido en el principal sospechoso. Las ediciones vespertinas de algunos diarios eran contundentes en la atribución. Y en Diario LARIOJA, en esas primeras horas, la sensación era la misma. Pero llegó una declaración pública del entonces ministro Ángel Acebes, una reivindicación de Al Qaeda en un periódico inglés y varias pistas más que cambiaron el panorama.
Todo varió, como recuerda Luis Sáez Angulo, entonces jefe de Edición. «Fue uno de los días más complicados que recuerdo en 40 años de profesión», rememora. La comparecencia del ministro popular provocó un giro drástico. «Llevábamos 40 páginas, después de ampliar otras 16, y en ese momento, con muchos artículos trufados de temas y reacciones sobre ETA, vimos que nada valía», desvela. «Fueron cinco minutos en los que no sabíamos como reaccionar», abunda.
Esa zozobra, esa pena que casi se tocaba, el cansancio o las dudas no impidieron que el equipo formado por el recientemente desaparecido Ignacio Esarte, por Marcelino Izquierdo, Roberto González Lastra, José Ángel González Olalla y María José González Galindo recomenzasen de cero. Dos periódicos en una jornada.
Luis Sáez Angulo
Exjefe de Edición
Cientos de teletipos, de fotografías, gráficos, análisis, reacciones... pasaron por sus manos para dar forma a un periódico que ahora, con la mirada de veinte años después, no solo se sostiene, sino que brilla como un ejemplo de trabajo bien hecho. Aunque ni ellos mismos llegasen a creerlo en esa larguísima noche:«Pensé que, por primera vez en más de un siglo, no íbamos a llegar a los quioscos», asegura José Ángel González.
Pero sí que lo hicieron, aunque la edición se cerrase al filo de las 3.00 horas. «Son periodistas con veteranía y olfato suficiente. Desde el momento en el que cambiamos toda la estructura del periódico, tuvimos pocas incertidumbres», recalca Sáez Angulo.
Ese periódico se devoró porque los lectores, en esos momentos, querían respuestas y el ejemplar de ese 12 de marzo las ofrecía. También deseaban mostrar a los terroristas que la sociedad española era más fuerte que la barbarie. Por eso ese viernes cientos de miles de riojanos salieron a la calle en manifestaciones que acabaron con una consigna alejada de certezas.«¿Quién ha sido?», se preguntaban, aunque las pruebas ya señalaban de manera casi unánime en una dirección. Tras la cita, apenas treinta personas se reunían frente a la Delegación del Gobierno en El Espolón para «exigir la verdad» al Ejecutivo. El sábado fueron 200. En otros lugares, las citas se repitieron frente a las sedes de los populares.
Con las imágenes de la masacre en la mente, se imponía la jornada de reflexión previa a las elecciones generales del 14M. El candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero ganó unos comicios en los que se votó tanto con el corazón como con la cabeza. «El 11M da la victoria al PSOE», rezaba el subtítulo de portada. Las investigaciones se desarrollaron durante meses entre evidencias y teorías de la conspiración.
Pero con la certidumbre de que los periodistas de Diario LARIOJA trabajaron con honradez y sin descanso para contar la verdad. Como en los últimos 135 años.
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