Jornadas para abordar la enfermedad de Parkinson

Martín ha señalado que «jornadas como esta nos permiten un intercambio de conocimientos importantísimo porque en temas de salud, la colaboración constante y la comunicación directa y fluida entre las partes involucradas es clave para seguir avanzando».

La Rioja cuenta con una cifra aproximada de 1.500 personas que padecen esta enfermedad, con una prevalencia del 2% a partir de los 65 años. «Si tenemos en cuenta el incremento de la esperanza de vida, seguramente los porcentajes de afectados irán en aumento, lo que nos obliga a seguir trabajando para que los afectados tengan la mayor autonomía posible» ha añadido la consejera.

Martín ha apuntado que en La Rioja «la Unidad de Neurobiología Molecular lleva varios años trabajando en este ámbito» y ha destacado que desde el CIBIR «se ha apostado fuerte por poner su granito de arena y actualmente contamos con dos líneas de trabajo capitaneadas por la investigadora Lydia Álvarez-Erviti, una de ellas centrada en ralentizar la progresión de la enfermedad y la otra en la búsqueda de dianas potenciales para poder desarrollar nuevos tratamientos».

Asimismo, ha recordado que el mes pasado se presentaba un nuevo proyecto de investigación centrado en el origen de la enfermedad para buscar un diagnóstico temprano como clave para paliar los síntomas asociados.

Por otro lado, la titular de Salud ha detallado que en La Rioja «contamos en el plano asistencial con profesionales que trabajan sin descanso por mejorar la calidad de vida de los enfermos y que son los que, junto a ellos, plantan cara cada día a la enfermedad». En este punto se ha referido al trabajo realizado por los especialistas del servicio de Neurología del Hospital San Pedro, con la doctora María Eugenia Marzo a la cabeza.

Por último, Martín ha hecho una mención especial al «importante trabajo» que desarrollan las asociaciones de pacientes y, en concreto, AREPAK, «vosotros mejor que nadie sabéis cómo la enfermedad puede cambiar la vida de una persona, pero también cómo la manera de afrontarla es clave para evitar que la persona se aísle y sufra secuelas más allá de las que aporta la enfermedad».