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Luis Fernando San Martín es viticultor de Alesanco. Cuenta con una explotación de 25 hectáreas de viñedo y la producción de 20 de ellas la entrega a la cooperativa de la localidad, mientras que la de las otras cinco van para una bodega. Se ha ... acogido a la cosecha en verde para 4,3 hectáreas de las que trabaja para Santiago Apóstol, la cooperativa: «Era una oportunidad, tampoco es como para ganar dinero, pero sí al menos para librar el año y aliviar un poco a la cooperativa, ya que, si bien el blanco lo tenemos vendido [en referencia a la cosecha 2023], con el tinto únicamente hemos podido sacar la mitad de la última cosecha».
– ¿Ha sido una tabla de salvación la cosecha en verde?
– Supongo que para quienes no tenían asegurada bodega compradora, o incluso para quienes tenían cerradas todas las puertas, sí que lo es. En mi caso, como decía, la mayor parte de mi explotación va a la cooperativa pero sí que tenemos parte del vino tinto de 2023 pendiente de vender, así que está opción nos puede venir bien para aliviar un poco la presión de una nueva vendimia. Tampoco creo que la destilación fuera la mejor opción porque presumiblemente va a haber mucha demanda y los precios apenas compensan, así que la cosecha en verde era una alternativa interesante para los viticultores, pero también para la bodega, para la cooperativa del pueblo.
– ¿Es rentable?
– Los precios marcados por la Consejería de Agricultura al menos garantizan que no se va a perder dinero, lo cual es muy interesante y, especialmente como decía, para quien no tiene garantías de que les vayan a recoger las uvas. En cualquier caso, tampoco creo que nadie está contento con destruir sus uvas porque no trabajamos para eso. Es cierto que ahorras algo en tratamientos hasta el final de ciclo pero, si te dedicas a esto, hay que seguir cuidando el viñedo hagas cosecha en verde o no. Hay labores que hay que hacer igualmente.
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– ¿Por qué cuesta tanto destruir las uvas al viticultor?
– Es lógico. Si trabajas en la agricultura, y yo lo hago desde muy joven, aunque fue a partir de comienzo de siglo cuando decidí dedicarme plenamente en lugar de seguir con los estudios, lo haces para producir no para dejar de hacerlo, pero lo cierto es que éste es un momento difícil.
– ¿Qué pasará el año que viene si no existe este 'colchón' público para la cosecha en verde?
– No quiero ni pensarlo. Rioja debe hacer algo y la verdad es que no se está haciendo demasiado, por no decir otra cosa. No podemos seguir produciendo uvas, como llevamos haciendo desde hace años, por encima de lo que somos capaces de vender y ése es el auténtico problema. Está claro que el consumo, especialmente de vino tinto, está como está pero quizás habría que tomar otras medidas.
– ¿Se refiere el arranque?
– No lo sé. Lo que tengo claro es que sí seguimos produciendo más uva de la que somos capaces de vender y lo mejor, cuando hay un problema, es afrontarlo.
– Alesanco es zona de tintos, pero también de blancos. ¿Existe el mismo problema con el blanco?
– No. La cooperativa es una de las que más blanco elabora y no tenemos ningún problema para venderlo porque hay demanda. Ésta es una zona privilegiada para el vino blanco y sí creo que puede ser una apuesta para Rioja, pero también con cautela porque tampoco podemos pretender convertir todas nuestras uvas blancas en tintas.
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