Hace tan poco tiempo que parece una eternidad. Pablo Iglesias había pasado del activismo callejero, televisivo y académico a amenazar los pilares del bipartidismo y Podemos empezaba a tomar forma con una legión de indignados. Las elecciones europeas del 2014 confirmaron los pronósticos y el ... partido morado presentó su candidatura para que la política ya no fuera igual. A aquel espíritu impetuoso le faltaba el cuerpo de una organización territorial que prometía enterrar los vicios de partidos apolillados y corruptos. Una estructura que debía nacer de cero en regiones como La Rioja y cuya arquitectura empezó a mostrar fisuras en cuanto hubo que alinear las primeras piezas.
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En un proceso interno donde los círculos eran la referencia y los inscritos los protagonistas absolutos, el primer secretario general que conoció Podemos en La Rioja fue Raúl Ausejo. Hijo de un histórico militante socialista, su perfil era el de tantos miles de desencantados con los viejos modos. Tras ganar aquellas primarias en febrero del 2015 frente a Sara Carreño, se impuso en las convocadas luego para buscar un contrincante a Pedro Sanz en las autonómicas del 24M. En el primer gran conflicto interno de Podemos en La Rioja, la dirección nacional anuló la candidatura de Ausejo por un presunto fraude electoral del que nunca se supieron públicamente más detalles, siendo también relegado como máximo dirigente orgánico. Su puesto como cabeza de lista fue ocupado por Germán Cantabrana. Las disputas intestinas (algunas ideológicas y muchas abiertamente personales) no afectaron a la marca, que consiguió no sólo de ingresar en el Parlamento de La Rioja sino ocupar cuatro de los 33 escaños. Enfrentado con la dirección regional a la que se aupó Kiko Garrido en marzo del 2016, el balance de legislatura de Podemos que refleja la hemeroteca ocupa tantas páginas en la sección de tribunales como en la de política. Un rosario de acusaciones cruzadas, despidos, filtraciones, demandas, visitas a los juzgados y hasta amenazas jalonaron un incendiario cuatrienio.
La conformación de la lista para los comicios autonómicos del 2019 avivó aún más el fuego. Madrid rechazó la pretensión de Cantabrana de volver a encabezar la papeleta junto a Sara Carreño, motivando una nueva reclamación judicial que, pese al resultado final, la dirección estatal zanjó nombrando 'a dedo' a una desconocida Raquel Romero como cabeza de lista. Podemos logró esta vez un único escaño (IU obtuvo el otro en confluencia) pero, paradójicamente, la aritmética de las urnas le confirió un poder determinante.
La entrada en juego de los negociadores llegados desde Castillla-La Mancha propició una nueva e inusitada vuelta de tuerca. En uno de los debates de investidura más flamígeros de la historia reciente, Romero dio su crucial apoyo a Andreu a cambio de una Consejería, pero no fue Nazaret Martín quién ocupó la cartera como estaba anunciado. Ni Amalia Revuelta como se confirmó después. La propia Romero tomó los mandos, rodeándose del equipo llegado de Toledo y situando también al frente del Observatorio de Derechos Humanos a Sara Carreño. La misma que se postuló en junio para liderar la formación y ahora, con Cantabrana, denuncia un supuesto fraude en las primarias reeditando el episodio del 2015. Por si fuera poco un agitado Podemos, ahora hay dos: el oficial de Carrero y el alternativo de Carreño.
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Sara Carreño Coordinadora 'alternativa'
La autoerigida como líder del Consejo Ciudadano Autonómico 'alternativo' fue el primer rostro visible de Podemos en La Rioja cuando se puso de largo en marzo del 2014 para anunciar las primarias a las elecciones europeas de aquel año. Desde entonces, su protagonismo ha sido continuo. Primero, aspirando a la dirección y al frente de la gestora que precedió a la elección de Kiko Garrido como secretario general; después, alcanzado un acta histórica en el Congreso; ahora, como directora del Observatorio de Derechos Humanos y aspirante al liderazgo interno.
Raúl Ausejo Primer líder de Podemos
El primer hito en el andamiaje de Podemos fueron las primarias de febrero del 2015 que dieron a Raúl Ausejo y su lista 'crítica' como ganadores frente a la candidatura de Sara Carreño. Su opción fue también la triunfadora en el proceso abierto poco después para la definir quién sería el número 1 en la papeleta de las primeras elecciones autonómicas a las que concurría el partido. La dirección nacional tumbó la candidatura alegando fraude electoral y situó como cabeza de lista a su adversario, Germán Cantabrana. También fue apartado como secretario general.
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Germán Cantabrana Exportavoz en el Parlamento
La anulación de la candidatura de Ausejo aupó a Germán Cantabrana al frente de la papeleta de Podemos en las elecciones autonómicas del 2015. El auge del partido a nivel nacional pesó más que las turbulencias internas y la formación entró en el hemiciclo con cuatro escaños. La convivencia en la bancada morada resultó tan áspera como la de Cantabrana con la dirección regional, con continuos litigios orgánicos y ante los tribunales. En el 2019 se postuló (en una lista con Sara Carreño) para repetir, pero Madrid anuló el proceso y situó 'a dedo' a Raquel Romero.
Kiko Garrido Primer secretario general
El primer remanso de paz dentro de Podemos La Rioja pareció asomar en marzo del 2016. Tras la interinidad generada por la suspensión de Ausejo, Kiko Garrido se impuso frente a Luis Illoro y Augusto Loma Osorio en las primarias celebradas para elegir secretario general. La estabilidad resultó ficticia, ya que su equipo mantuvo reiterados enfrentamientos con Cantabrana como portavoz parlamentario. Tras concluir su mandato tres años después, integró una nueva gestora que estalló en agosto del 2019 con la elección de Raquel Romero como consejera.
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Luis Illoro Excandidato a las generales
Miembro activo de diferentes movimientos de izquierda hasta la gestación de Podemos, Luis Illoro es otro de los referentes del partido desde sus albores. Su papel ha estado preferentemente en la sombra, aunque eso no evitó conflictos judiciales como el mantenido con Cantabrana tras ser despedido como asesor del Grupo Parlamentario. Afín a las directrices estatales, Illoro relevó a Carreño en la primera gestora, compitió con Garrido, fue cabeza de lista en las últimas generales y ahora ejerce como técnico en la Consejería de Romero, aunque se alinea con Carrero.
Nazaret Martín La consejera que no fue
Como Illoro, el rol de Nazaret Martín dentro de Podemos ha sido desde los orígenes tan crucial como discreto..., hasta última hora. Integrante del Consejo Ciudadano Autonómico encabezado por su expareja Kiko Garrido, Martín fue una de las piezas visibles en las negociaciones con el PSOE tras las elecciones de mayo del 2019 para articular un Gobierno bicolor. Su nombre se anunció oficialmente como consejera hasta que un turbulento giro la retiró en favor de Raquel Romero. Ocupa el cargo de secretaria del grupo municipal de UP en Logroño con la edil Amaia Castro.
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Raquel Romero Consejera de Participación
El litigio de Cantabrana contra el partido por su exclusión de las primarias, y que concluyó a su favor, llevó a la dirección federal a una decisión inédita: suprimir el proceso interno de elección y fijar 'a dedo' quién encabezaría la papeleta. La escogida fue una desconocida hasta entonces Raquel Romero, que dejó Berlín para retornar a su tierra y hacerse con el único acta que cosechó la formación. Cuando parecía que ella ocuparía el escaño y Nazaret Martín la Consejería, Romero se hizo con ambas responsabilidades. De su apoyo (y del de IU) depende la estabilidad de Andreu.
Mario Herrera Director general de Participación
No se sabe si reclamados por la cúpula regional para asesorarles o postulados ellos mismos, un grupo de negociadores llegado de Castilla-La Mancha recaló en verano del año pasado en Logroño para guiar las conversaciones con el PSOE. Con la experiencia de haber entrado en el Gobierno de coalición de García-Page, Mario Herrera, entonces aún edil en Ciudad Real y en la palestra por los insultos proferidos contra Dolores de Cospedal, comandó el grupo que situó a Romero como consejera. Ahora es su director general y el resto de manchegos también trabajan para ella.
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Amaia Castro Concejala en Logroño
Miembro del CCA que comandó Kiko Garrido, Amaia Castro se impuso en las primarias del 2018 para conformar la lista de Unidas Podemos al Ayuntamiento de Logroño, donde esta legislatura actúa como concejal. En los recientes comicios para elegir la dirección regional ha integrado junto a otros, como Luis Illoro, la candidatura de la ganadora oficial, Arantxa Carrero. La Ejecutiva 'alternativa' de Sara Carreño le acusa de haber manipulado las votaciones que luego le auparon como edil y cree que está detrás del presunto fraude en el último proceso interno.
Arantxa Carrero Coordinadora autonómica 'oficial'
El vacío de poder en que se había instalado Podemos tras la implosión del partido el pasado agosto debía subsanarse con las elecciones que en junio dieron como vencedora a Arantxa Carrero. Concejal en el Consistorio de Haro e integrante de la última gestora, su lista era la avalada por Pablo Iglesias. Las candidaturas de Sara Carreño y Germán Cantabrana solicitaron a la Comisión de Garantías estatal anular el proceso por presuntas irregularidades y, ante la falta de respuesta, han llevado el caso a la Justicia. Madrid la confirma como «la única dirección legítima».
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