Podemos y la nada

Al inicio de la legislatura, ambas formaciones se repartieron los dos asesores que corresponden al grupo, y en ambos casos se optó por subdividir esa cuota en sendas medias jornadas. IU se hizo con los servicios de Andrés Molina y Álvaro Villar; Podemos recurrió a Nuria Alonso (que ya hizo labores de asesoría en su día con Cs) y Kiko Garrido, exsecretario general de Podemos y uno de los principales damnificados la anterior legislatura con la llegada de Raquel Romero y sus colaboradores manchegos.

La medida se acompaña de la ampliación del contrato a jornada completa de Andrés Molina y la continuidad de Nuria Alonso y confirma la práctica desaparición de la marca de Podemos del hemiciclo, donde llegó a contar con cuatro diputados con la lista encabezada en 2015 por Germán Cantabrana.

Al igual que el pacto electoral entre IU y Podemos no preveía que en una coyuntura como la acaecida con Raúl Pérez fuera otro representante 'morado' el que ocupara el escaño, tampoco había al parecer un acuerdo que garantizara un asesor en el Parlamento del partido liderado en La Rioja por Arantxa Carrero. El exsecretario general de Podemos queda así fuera otra vez de la actividad política pública y deja de percibir la parte correspondiente a la retribución fijada para los asesores de cada grupo: 37.445,38 euros repartidos en catorce pagas.