La población activa envejece en La Rioja y 23 de cada 100 trabajadores ya tienen más de 55 años

En su estudio elaborado a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Fundación Adecco incide en que el envejecimiento de la población en La Rioja también «es superior a la media nacional –147 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, mientras que en España la proporción es de 136– y tiene su origen en una tasa de natalidad en caída libre y en una esperanza de vida cada vez mayor. A ello se une una mayor migración de jóvenes riojanos que se trasladan a otros lugares del país en busca de oportunidad es profesionales», asevera Irene Gil, responsable del Observatorio de Empleo de Adecco.

La Rioja es la quinta región con una fuerza laboral más envejecida –por detrás de Castilla y León, Asturias, Cantabria y País Vasco– y «urge realizar una labor extra de sensibilización en las empresas para poner en valor el talento sénior», añade Gil, así como «desterrar los prejuicios y estereotipos que dificultan el acceso al empleo a las personas más veteranas, a las que se asocia con obsolescencia o menor flexibilidad», apunta Francisco Mesonero, director general de la fundación encargada del informe. 

La incorporación al mercado laboral «cada vez se hace más tarde», a partir de los 25 o incluso los 30 años, «y esto dificulta el relevo y la sostenibilidad del sistema de pensiones», consideran desde la ejecutiva regional de UGT, el principal sindicato de La Rioja. Y reclaman al Gobierno regional, en este sentido, el desarrollo de planes de empleo y un mayor impulso de la Formación Profesional «porque está habiendo demanda de oficios bien remunerados como carpintero, electricista, fontanero o técnicos especialistas pero esos puestos no se cubren porque falta especialización».

La cualificación profesional de la ciudadanía «ha de ser una política tractora del país», sostienen en la Fundación Adecco,«y y hay una falta de sincronización entre la formación de los trabajadores y los requisitos y necesidades de las empresas». Todo ello dispara la tasa de empleo cuando, al mismo tiempo, no se atienden esas vacantes. «Tenemos un porcentaje de paro en La Rioja que no llega al 10%, lo que supone un dato positivo, pero entre los menores de 29 años ese porcentaje se duplica al 20%», recuerdan en UGT.

Además de la dinamización del mercado laboral entre los jóvenes, el sindicato reclama a las empresas «el fomento del contrato relevo» y al Ejecutivo no solo políticas de cualificación sino también «ayudas a la contratación para mayores de 55 años. Las comunidades autónomas tienen las competencias en empleo y echamos en falta, por ejemplo, orientadores laborales, como hay en los países del norte de Europa, que en muchas ocasiones tomamos como referencia».

La curva de la población activa 'sénior' dentro del total de trabajadores se ha disparado en la región; en 2004 había 13.100 que suponían un 9,7%, en 2014 la cifra llegaba a 23.500 (14,9%) y ahora el porcentaje ha crecido al 23% (37.000 empleados). Además, en La Rioja «hay dos millares de sénior en paro y cerca de 12.000 personas también entre 55 y 65 años que no participan en el mercado laboral, muchas de ellas por falta de oportunidades o expectativas profesionales», asevera Irene Gil, de Adecco.

Y está constatado, añaden, que cuando un trabajador 'sénior' pierde su empleo «tarda mucho en reengancharse al mercado laboral». O cuando la incorporación al mundo laboral «se ha hecho ya con una edad, como le puede pasar a muchas mujeres que se han dedicado a cuidar de sus padres o sus hijos, también se sobrevienen las dificultades», concluyen portavoces de UGT en la comunidad.