La plantilla de Arluy acoge «tranquila, pero con prudencia» la venta de la empresa

logroño. El comité de empresa de Arluy ha acogido con «prudencia, expectación y tranquilidad» la venta de la compañía a la multinacional Biscuit International y confía en que la nueva gerencia «cumpla su compromiso» de garantizar el empleo. Los representantes de los trabajadores fueron informados de la operación el pasado viernes y esperan que los nuevos responsables de la empresa lleven a «buen término un proyecto muy positivo en términos empresariales» y que «éste se traduzca en una mejora de las condiciones de trabajo».

UGT y CCOO -con tres miembros cada central en el comité- coincidieron ayer en señalar en declaraciones a Diario LA RIOJA que «la empresa nos trasladó que no tuviéramos preocupación porque quedaban garantizados todos los puestos de trabajo e incluso plantearon su intención de ampliar la plantilla». Así que, aunque aun manifiestan «prudencia a la espera de ver cómo se produce el desenlace de la operación», reconocen que la garantía del empleo «es una tranquilidad».

Arluy cierra hoy por vacaciones y la intención del comité es reunirse dentro de unos quince días con el fin de preparar un encuentro con la nueva dirección en la que «nos concreten más sus planes». Entre los asuntos que quieren tratar, además del problema de las altas temperaturas en el área de producción, figuran «el exceso de velocidad en las fabricaciones y la contratación de más personal».

La integración de Arluy en Biscuit International supone pasar a formar parte de un líder europeo del sector con catorce fábricas.