Un plan nacional firmado en Briñas mejorará la atención sanitaria rural a través de las farmacias

El medio rural cuenta con casi una cuarta parte de las oficinas de farmacia de España y en él se da cobertura a ocho millones de personas, apuntó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que rubricó el protocolo junto a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof), Jesús Aguilar. Testificó el acto la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y otros representantes de las tres administraciones.

Teresa Ribera puso el acento en que «una oficina de farmacia es mucho más que un despacho de venta de medicamentos, es una referencia fundamental para una población crecientemente envejecida», por lo que indicó que «la asistencia que se puede prestar desde las farmacias es capital».

La ministra de Sanidad apuntó que «en el Gobierno de España estamos convencidos de que la única manera de conservar la población y la equidad territorial pasa por impulsar, junto con las comunidades autónomas, un ecosistema rural de calidad, principalmente en el ámbito sanitario». Darias también dijo que, «en el medio rural, la sanidad o es pública o no es sanidad».

Jesús Aguilar calificó este protocolo como «un paso muy importante para avanzar en el futuro modelo de atención sociosanitaria de las personas que residen en el mundo rural y, también, para la red española de farmacias». El presidente del Cgcof confió en que el de ayer sea «el primer paso para, entre todos, dotar de futuro a la España rural y garantizar la viabilidad económica de las farmacias en estos municipios», en el entendimiento de que «contribuyen a frenar la pérdida de población y a generar empleo e impacto económico positivo».

Concha Andreu subrayó que «uno de los productos más importantes en la vida de las personas son los medicamentos, que nos proporcionan salud, mucho más en zonas rurales donde existe una población envejecida y donde se incrementa la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas». Por ello, aseguró que las farmacias son «un servicio fundamental» y que quienes trabajan en una farmacia rural «son, en muchos casos, los profesionales más cercanos al paciente, que se acerca al mostrador en busca de consejo sanitario». Con este proyecto piloto -dijo-, «pretendemos convertir esas farmacias en un auténtico espacio para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades».

Otros objetivos de este plan son los de atender a la población mayor de las áreas rurales con respuestas adaptadas a sus condiciones sociales y demográficas, facilitando su autonomía y la accesibilidad; garantizar la igualdad de trato, la inclusión y la diversidad sin brechas en el territorio; potenciar la viabilidad económica de la farmacia comunitaria en el ámbito rural e impulsar su digitalización, y, entre otros, contribuir al mantenimiento del empleo de la farmacia comunitaria rural, «estable, cualificado y mayoritariamente femenino y joven».