Pitillos deja huella de mujer

Calzados Pitillos nació como fruto del espíritu emprendedor de Antonio Hernández. Los inicios fueron modestos, en un pequeño taller, en el que el calzado deportivo se 'ilustraba' con el –entonces– popularísimo, Naranjito, mascota del Mundial de Fútbol de 1982.

Después, el fundador de la empresa volvió a demostrar su visión empresarial cuando se hizo con una enorme cantidad de yute, que en aquel momento sólo se utilizaba para la elaboración de alpargatas, pero que luego se convirtió en el material de moda.

Pitillos fue creciendo. De las incipientes colecciones de calzado femenino se pasó a ocuparse también de las masculinas y entró en el nuevo siglo en una pujante posición en el mercado.

En 2003, Antonio Hernández comenzó a preparar su relevo. Ese año se sumó a la compañía su hija Silvia quien –especializada en Márketing, Dirección y Gestión de Empresas– comenzó su andadura por las entrañas de la empresa desde el departamento de Administración.

Nueve años después fue nombrada directora de Márketing y Publicidad y desde ese puesto afrontó la renovación de la imagen de marca y la consiguiente modernización de la empresa.

En el año 2017, Silvia Hernández era ya la directora general de Pitillos. El trabajo junto a su padre y el progresivo relevo al frente de la compañía permitieron asentar los pilares sobre los que se ha asentado tradicionalmente Pitillos y que, hoy en día, constituyen su seña de identidad: calidad, precio y comodidad, a la que se une la tradición, ya centenaria, propia de Arnedo, la localidad en la que se asienta la empresa desde su creación.

Actualmente, Silvia Hernández comanda –ya en solitario– una empresa en la que ha dejado impreso su carácter y su huella femenina, ésa que permite que el carácter familiar con el que nació la firma, siga impreso en cada uno de los procesos productivos de las colecciones que cada año salen de la fábrica.

Igualmente, ha sido su dirección la que ha permitido que una vez que Pitillos haya conquistado los mercados nacionales y se percibe ya como una de las marcas de referencia, haya salido fuera de nuestras fronteras para competir –entre otros– en un mercado continental de enorme exigencia no sólo en diseño, sino en estándares de calidad, para poder competir de tú a tú con las producciones italianas, belgas o francesas.

Pitillos afronta una renovación constante y cada año lanza dos colecciones completas (para Primavera-Verano y para Otoño-Inverno) sin olvidar los lanzamientos que vienen impuestos por las peticiones y modas de los mercados donde está presente, y por ello fabrica zapatos de fiesta, deportivos, sandalias que responden a lo que los clientes piden en cada momento.

Actualmente, son más de millón y medio de pares de zapatos los que Pitillos saca a la venta cada año que, como planteó el fundador de la empresa en su primer momento, ofrezcan calidad y diseño, pero también la comodidad para que puedan llevarse durante las jornadas de trabajo sin acusar el cansancio.

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