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Pioneras: el techo, asaltado

Pioneras: el techo, asaltado

Primeras y, algunas, aún únicas. Presidentas, decanas, rectoras... líderes en sus sectores que han conseguido hollar la cima y convertirse en referente de las que vienen

N. Alonso | M. J. Lumbreras

Miércoles, 8 de marzo 2023, 10:56

Alcanzar puestos de responsabilidad sigue sin ser tarea fácil para las mujeres de la mayoría de los sectores. Las siguientes pioneras han trabajado sin descanso hasta lograr cotas de poder inimaginables hace escasas fechas. No están todas las que son, pero sí son todas las que están. Y serán más las que sigan la senda abierta.

Concha Andreu

Presidenta del Gobierno de La Rioja

Concha Andreu reconoce que «ser la primera presidenta del Gobierno de La Rioja es un orgullo enorme y, además, supone romper una barrera importante». Menciona a Alicia Izaguirre, la primera candidata a la Presidencia de La Rioja allá por 1987, para valorar que aunque «la presencia de mujeres en la política riojana ha crecido, queda mucho camino». Por eso, aboga por «seguir impulsando el acceso de las mujeres a puestos de máxima responsabilidad: aún son demasiado frecuentes las fotografías de grandes cumbres o de encuentros de organismos internacionales donde la mayoría son hombres». Además, Andreu no se olvida del perpetuo escrutinio al que se somete a las mujeres en cargos de responsabilidad y cita los casos de las primeras ministras neozelandesa y finesa, Jacinda Ardern y Sanna Marin, a las que se les planteaban cuestiones que «nunca se harían a los hombres». En su caso particular, menciona situaciones incómodas –«muy pocas», precisa–, en las que la han tratado «con aire paternalista, como si las mujeres no pudiésemos hacer las mismas tareas que los hombres».

Carmen Ortiz

Primera rectora de la UR

Recuerda Carmen Ortiz que fue durante años la única magistrada en las salas de lo Social de los TSJ de Aragón y La Rioja, la única directora de la Escuela de Práctica Jurídica de la UR... Y que, además de haber sido la única rectora de la Universidad riojana, ha sido la segunda consejera en el Consejo Consultivo de La Rioja, única en su mandato. «El día a día ha sido duro, con renuncias personales importantes y serias dificultades para conciliar, situación distinta a la de mis compañeros al asumir estos de otro modo, entonces, sus roles familiares». Y añade quea veces tuvo que «vencer la resistencia» de algunos a tener una directora o una rectora. «Pero nunca me quejé –rememora–, porque todo me ha sido compensado en reconocimiento y por mi realización personal». «La situación profesional de la mujer ha ido cambiando y normas como la Ley de igualdad profesional entre hombres y mujeres o la Ley de Conciliación de la vida laboral y familiar han hecho posibles avances significativos». Más allá de futuros marcos normativos, entiende que «la batalla que queda es la disfunción entre la igualdad formal y la igualdad real. Se trata de lograr que los postulados de la igualdad vertidos en los textos se cumplan en la vida diaria. Todo pasa por la educación y la formación de adultos y sobre todo de los jóvenes. La igualdad no es cosa exclusiva de las mujeres, tiene que ser necesariamente compartida por el colectivo masculino». ¿Qué frase jamás le habrían dicho a un hombre? «Las mujeres nunca tienen la razón y, cuando la tienen, nunca puede dársela». La frase fue de un catedrático de Derecho del Trabajo, presidente de un tribunal de cátedras, ante una jovencísima aspirante y única mujer, dice.

Cuca Gamarra

Secretaria gral del PP nacional y primera alcaldesa de Logroño

Considera la secretaria general del PP nacional y portavoz popular en el Congreso que «la política ha cambiado mucho y es mucho más femenina, cada día se nota más la mano de las mujeres». En lo que tiene que ver con su vivencia personal, «tengo el honor de haber sido la primera mujer alcaldesa de Logroño gracias al apoyo de mi partido y a la confianza de los logroñeses. Y por mi experiencia, me consta que en política no hay discriminación entre los hombres y las mujeres que ejercemos puestos de representatividad o cargos públicos». «Creo que en igualdad hemos avanzado mucho, pero también que todavía queda mucho por hacer y la educación juega un papel esencial. También me parece fundamental que se difundan y se conozcan referentes femeninos de todo tipo de profesiones y áreas de conocimiento para que las niñas y jóvenes sepan que pueden ser y hacer lo que se propongan y sueñen». ¿Qué ha oído que no se le diría a un hombre? «Para empezar, esta misma pregunta. Pero no he permitido nunca que me trataran de forma distinta por ser mujer. No creo en el victimismo sino en la fuerza del cambio de las mujeres».

María Cecilia de la Iglesia

Decana de Jueces de Logroño

A la decana de jueces de Logroño le resulta «curioso que aunque el Poder Judicial es mayoritariamente femenino, se considera un mundo de hombres. Ello denota en qué términos es percibida la Justicia». Pero por otra parte, defiende que la inmensa mayoría de los compañeros varones, «contrariamente a lo que dicen algunas personas dedicadas a la política, desarrollan su trabajo aplicando criterios de igualdad». «Me opongo frontalmente a que se hable de una Justicia machista», sentencia la también integrante de la sala de Gobierno del TSJ de La Rioja. Lo que sí reconoce como un suspenso en la Administración de Justicia es «la escasa presencia de mujeres en cargos gubernativos: solo hay 14 magistradas en el Tribunal Supremo, 2 presidentas de Tribunales Superiores de Justicia, la Audiencia Nacional nunca ha contado con una presidenta...». No admite demasiadas diferencias de trato De la Iglesia, quizás algo de extrañeza cuando empezó hace 20 años como jueza en su primer destino, pero se le ha quedado grabada una expresión que le hizo un compañero hace tres o cuatro años: «Me molestó mucho que en una reunión de trabajo, a un compañero con el que mantenía una postura encontrada, se le escapó un 'mira, bonita'. Estoy convencida que a ninguno de los compañeros que estaban presentes les hubiera tratado de la misma manera», rememora.

Cristina Forner

Presidenta de Marqués de Cáceres

El exilio de sus padres en Francia y el esfuerzo que debieron realizar fue su gran ejemplo, cuenta. «Por lo tanto me pareció normal tener que asumir responsabilidades, trabajar mucho, y dotarme de humildad y generosidad para aprender y abrirme camino». Su primera experiencia profesional fue en Francia y se trasladó de París a Logroño en 1983. «Me tuve que adaptar a una fuerte presencia masculina. Puse a prueba mis aptitudes y mi actitud. No fue fácil, llegué joven y... con acento francés para asumir la continuidad del proyecto de mi padre. Algo bastante singular en aquellos años. Ha sido duro en cuanto a sacrificios personales y renuncias. Muchos viajes, cansancio... pero valió la pena. El poder desempeñar el trabajo con pasión y compromiso es una gran oportunidad». ¿Qué queda? «Por una parte, hoy las leyes tratan de facilitar el trabajo de la mujer. A la vez, la economía mundial es cada vez más competitiva y requiere más esfuerzos para defender un buen puesto de trabajo que llama también a una permanente formación. Por lo tanto, y así lo viví con mi hija, hay que tener una organización casi sin fallos. Pero todo se puede conseguir, por lo menos en lo esencial. La mejora en la igualdad es admitir que no deberían existir diferencias de talento entre hombres y mujeres. Somos complementarios, con dotes diferentes pero con las mismas ganas de conseguir nuestros objetivos». ¿Qué le han dicho que nunca habría oído un hombre? «En general hago oído sordo a comentarios negativos que sólo pueden satisfacer a la persona que las origina. Pero recuerdo una ocasión, cuando estábamos tratando la posibilidad de adquirir un negocio, que su encargado me trataba de 'niña'. Quise pensar que igual le parecería mucho más joven de lo que soy. Suelo tener paciencia en esos casos. Se trata de ver la copa media llena para que todo fluya».

Inmaculada Martínez Torre

Presidenta del Colegio de Médicos

La presidenta del Colegio de Médicos menciona que «la medicina está ya muy feminizada» y lo atestigua con datos: «En el Colegio de La Rioja el 55% son mujeres, el 70% de estudiantes en las facultades son mujeres y servicios que antes eran de predominio masculino como Traumatología o Urología están hoy muy igualados». Pero ahonda en el paradigma de los puestos de responsabilidad como un 'debe' que hay que resolver. Y abunda en la necesidad de una mayor «conciliación para que las cargas familiares sean compartidas y que la mujer pueda sentirse liberada para su desarrollo profesional sin sentirse culpable». «Cuando era más joven y yo iba a operar me preguntaron por el cirujano». «Hoy se acepta perfectamente que una mujer sea una gran profesional... con casposas excepciones», señala la facultativa.

Rosa Herreros

Primera presidenta del Ateneo

Reflexiona Rosa Herreros que, en 1979, cuando regresó de Madrid y los panoramas culturales nacional y local eran páramos, ya una amiga suya formaba parte de la junta del Ateneo Riojano y, por consejo suyo, entró a formar parte de la entidad. Menciona al menos a cuatro presidentes de aquellos primeros tiempos. Su elección se produjo en 1986 y permaneció en el cargo hasta 2002, años en los que, relata, tuvo juntas muy diversas. «No creo que ser mujer me pusiera muchas zancadillas. Si fui relegada por serlo, no lo percibí». Sus problemas vinieron más por la parte del desconocimiento del entorno de su proyecto, de su aspiración a un Ateneo revitalizado. Tras su marcha, el camino quedó abierto y primero María José Marrodán y luego Piedad Valverde tomaron el testigo. «Las mujeres no han alcanzado la meta de sus derechos. Estamos lejos en lo que a brecha salarial se refiere y la conciliación no está resuelta. Aún ostenta la mujer el rol de cuidar a los niños y a los ancianos. Hay que seguir mejorando».

María Marrodán

Primera delegada del Gobierno

A María Marrodán le queda, seguramente, un largo recorrido profesional, pero ya le ha tocado, por ejemplo, encabezar el cartel al Congreso en las dos convocatorias electorales de 2019. De allí salió para ser la primera delegada del Gobierno en La Rioja, aunque ella puntualiza que no es «la primera mujer delegada de Gobierno en España, pero sí de La Rioja». Y prosigue: «Es algo de lo que me siento tremendamente orgullosa y, al mismo tiempo, responsable por representar ese papel tan importante. Tengo que admitir que mi trabajo del día a día, rodeada de hombres, lo desarrollé con total normalidad. Pero es el hecho de llegar, la necesidad de reivindicar y la responsabilidad de subrayarlo lo que hace que sea diferente. Me satisface reconocer que hay evolución, pero falta mucho». ¿Qué queda? «El derecho a llegar ya lo hemos conseguido, pero no tenemos las mismas facilidades para alcanzarlo. Todavía cuesta mucho ver a mujeres en puestos de relevancia, y eso es algo que vivo en primera persona como secretaria de Organización del Partido Socialista a la hora de formar las listas». La frase que ha oído y que seguramente no habría escuchado de ser hombre ha sido esa de '¿Cómo te organizas con los niños?'. «Es una pregunta recurrente que nadie haría a un hombre. Ahí subyace una de las mayores brechas. Es donde tenemos que centrar nuestros esfuerzos para que se vaya reduciendo hasta desaparecer».

Maite Lázaro

Presidenta del club Comillas

Maite Lázaro lleva dieciocho años como presidenta del club de fútbol Comillas y su balance en un entorno tan tradicionalmente machista como el del balompié es de «satisfacción». «En el club, la visión masculina se complementa con la femenina: además de entrenadoras, jugadoras y equipos específicamente femeninos, contamos con la colaboración de las madres corajes que lo dan todo por el club». También da fe Maite de que percibe más participación de la mujer en las directivas de los clubes. Cree Lázaro que «en cualquier ámbito competitivo, incluido el fútbol, nadie le discute el puesto a quien está cualificado para él, salvo que existan razones políticas o de intereses creados». Por eso, ella se propone el reto de «convencer a mujeres que saben hacer las cosas bien para que den un paso al frente y quieran ocupar puestos de más responsabilidad y más visibilidad». No tiene la presidenta del Comillas en su memoria momentos incómodos o sexistas, que atribuye a personas «pobres de espíritu y acomplejadas».

Andrea Alesanco

Fisioterapeuta en el Fútbol Club Cartagena

No es habitual entrar en un vestuario de un equipo profesional de fútbol y que haya una mujer ejerciendo las tareas de fisioterapeuta. Para la riojana Andrea Alesanco es su rutina laboral, totalmente normalizada en el Fútbol Club Cartagena: «Si haces tu trabajo de forma seria y profesional te acabas ganando el respeto, aunque de primeras sea más difícil llegar por ser mujer y joven, otro hándicap». Pero Andrea Alesanco no tiene quejas: en su trayectoria por cuatro clubes, lo que se ha valorado ha sido su «trabajo y profesionalidad, independientemente del sexo y la edad». Sin embargo, sí admite que en su mundo «todavía queda un largo camino para que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades para acceder a puestos» como el que ella ocupa. No niega esta fisioterapeuta riojana que haya sido blanco de comentarios sexistas o desafortunados, –casi siempre «desde aficionados rivales»–, como 'vete a la cocina' o 'ponte a planchar', pero los achaca «al reflejo de lo mucho que nos queda por avanzar como sociedad».

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