Piden 13 años de cárcel para el conductor ebrio que provocó la muerte de un joven de 31 años en Nalda

En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública reclama que tanto el procesado como la compañía aseguradora indemnicen conjunta y solidariamente a los padres y hermanos de la víctima en 520.000 euros. 20.000 para cada uno de los progenitores y 60.000 para cada uno de los ocho hermanos. El Ministerio público apunta al titular del vehículo como responsable subsidiario de la indemnización.

El suceso, según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, ocurrió el 27 de julio de 2018. Ese día, el procesado, que tenía 29 años en aquel momento, conducía un vehículo marca Audi, del que era titular su padre, bajo la influencia de bebidas alcohólicas y benzodiacepinas que habían ingerido previamente y que «limitaban sus aptitudes psicofísicas».

El joven había salido de la localidad soriana de Aylloncillo sobre las 12.30 horas y tras pasar un tiempo en la ciudad de Soria, sobre las 15.00 horas, emprendió el trayecto hasta Logroño. El acusado «conducía de manera agresiva y errática, poniendo en riesgo la vida y la integridad física de los otros usuarios de la vía», apunta el fiscal. De tal forma que a la altura de Villanueva de Cameros varios conductores tuvieron que maniobrar bruscamente para evitar colisionar con el vehículo del procesado.

A la altura de Peñaclara, en Torrecilla en Cameros, estuvo a punto de impactar con otro conductor cuando éste adelantaba a un vehículo sin indicar la maniobra y saliendo de su carril de manera brusca. A la altura de Albelda, adelantó a diez coches a la vez y finalmente, sobre las 16.20 horas, a la altura del punto kilométrico 312,250 de la N-111, en el término municipal de Nalda, «de forma súbita y brusca, sin comprobar si circulaban vehículos en sentido contrario», desplazó su coche hacia el centro de la carretera e invadió el sentido contrario de la circulación por el que circulaba un turismo marca Ford, modelo Focus, con el que colisionó de manera frontal sin hace ninguna maniobra evasiva. A consecuencia del siniestro, el conductor, de 31 años, y único ocupante del Ford, falleció en el acto.

El acusado, en ese momento, tenía una tasa de alcohol en sangre de 1,44 gramos equivalente a una tasa de alcohol en aire espirado de 0,72 miligramos por litro. El siniestro, precisa el fiscal, se produjo en un tramo recto y con buena visibilidad, las condiciones meteorológicas eran favorables y la calzada estaba seca, limpia y libre de obstáculos.