Lo tuvieron claro al descubrir las ventajas que presentaba. Edelweiss Pérez y Amaya Martínez contrajeron matrimonio en septiembre de 2018 tras acudir al registro y comprobar que, de no casarse, iban a encontrar problemas para poder reconocer a la hija de ambas.
– Si te soy sincera, preparamos nuestra boda en apenas dos meses para poder celebrarla antes de que naciera nuestra hija porque, en caso contrario, si no estábamos casadas, íbamos a tener problemas para que nos reconociesen a ambas como progenitoras.
– De todos modos, ¿bastó con eso para alcanzar su objetivo?
– No. No basta porque aunque la ley sea igual para todos, en la práctica no ocurre. Queda mucho por hacer. Han pasado 15 años pero sigue habiendo muchas diferencias entre los matrimonios homosexuales y los heterosexuales.
– ¿Cuál cree que es el mayor reto que queda pendiente?
– En el ámbito de la administración, la burocracia. Es más costosa para las parejas de igual sexo. En cuanto al ámbito social, queda aún mucho más por hacer. Hay muchas personas que todavía no reconocen con naturalidad a parejas como la nuestra y, dentro de nuestro colectivo, a pesar del tiempo, aún hay quien tiene miedo a casarse y salir del armario».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.