Secciones
Servicios
Destacamos
R. G. LASTRA
Logroño.
Domingo, 13 de junio 2021, 02:00
Tiene 26 años y ha convivido en solitario durante 7 años con el demonio de la bulimia hasta que el año pasado la pandemia acabó por desplomarle y abrir su corazón a su familia. Hoy sigue en la lucha por huir de las garras de ... una pesadilla que empezó casi en la niñez por el acoso escolar.
«Durante muchos años, en el colegio y también en el instituto, sufrí bullying, se metían siempre con mi físico, con mi peso y con mi estatura y sufrí mucho», confiesa dolido. El problema de los trastornos alimentarios llegó después, en las navidades de 2013, cuando, con 98 kilos a sus 19 años, los médicos le aconsejaran perder peso. «Empecé a padecer ansiedad, comía mucho y nada más acabar me sentía culpable y vomitaba. Así he pasado los últimos siete años, comía en exceso, a veces con atracones, luego llegaba la culpabilidad y lo vomitaba todo. Era un proceso que no podía evitar, ni era capaz de renunciar a la comida ni al vómito posterior. Perdí más de 30 kilos», relata.
Todo eso repercutió en toda su vida. Lejos de casa por los estudios, le empezó a ir mal en lo académico y tuvo que abandonar la carrera. «Era incapaz de concentrarme y también me afectó a nivel social, tanto que dejé de salir porque me avergonzaba de que mis amigos me preguntasen que qué hacia tanto tiempo en el baño, porque si íbamos de pinchos, nada más comer corría a vomitarlo».
SIETE AÑOS DE SECRETOS
Su vida era una tortura que empeoró aún más con el estallido de la pandemia. «Estaba fuera de La Rioja y durante el confinamiento seguía igual, comiendo y vomitando, y cada vez más desanimado, hasta que me desplomé y opté por volver a casa. Llegué en diciembre con 67 kilos y les conté todo por fin a mis padres. Ellos sospechaban que algo no iba bien, pero no que era esto», aclara.
A través de ACAB-Rioja, Benito llegó a la consulta psicológica de Daniel Esteban y empezó una terapia en la que lleva ya casi seis meses. «He mejorado muchísimo, pero me falta muchísimo aún. He logrado pasar dos meses sin vomitar, he tenido alguna recaída y vomitaba dos o tres veces por semana... La cabeza te juega malas pasadas y es incontrolable», asegura, para destacar que «esto no es una carrera de 100 metros lisos, sino una prueba de fondo, porque no es un problema físico, sino mental. La gente que no lo entiende te dice come menos y deja de vomitar. Pero esto no funciona así, ojalá fuese así de fácil. Ha sido una pesadilla horrible, con momentos en los que temes que se te vaya todo de las manos. De hecho, en el confinamiento estaba tan mal que tuve un episodio de intentar acabar con todo, pero afortunadamente...», admite con una sonrisa y aconseja a cualquiera que esté en su situación que no calle: «No hay que ocultarlo, hay que reconocerlo, hablarlo con tus padres y tu entorno y pedir ayuda profesional porque de esto se sale, pero solo no lo vas conseguir», sin olvidarse de trasladar su agradecimiento a sus padres, hermanas, pareja, amigos y a Daniel, porque «siempre han estado ahí, en las buenas y en las malas».
«Yo sospechaba que algo no iba bien con mi hijo, pero jamás pensé en esto. Lo achacaba a los estudios, que la carrera se estaba apoderando de él y que le afectaba psicológicamente. Como estaba fuera estudiando tampoco tienes el control necesario y, de hecho, logró ocultarnos el problema durante siete años. Cuando nos confesó todo se te cae el mundo encima porque es un problema que nadie conoce hasta que no le toca de cerca. Sientes miedo y, sobre todo, impotencia y dolor, te gustaría hacer tantas cosas para ayudarle... Pero es un problema psicológico muy complicado. Hay que pedir ayuda profesional, no hay otra, y darles todo el apoyo, porque se puede salir, aunque es un proceso largo, durísimo y con recaídas. Es una enfermedad que arrastra con ellos a toda la familia»
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.