La Seguridad Social tramitó 3.224 prestaciones por nacimiento y cuidado de menor en La Rioja en 2022, lo que supone un descenso del 16,7% respecto a 2021. Del total, 1.481 correspondieron al primer progenitor, habitualmente la madre, y 1.743, al segundo, ... normalmente el padre. Es el sexto año consecutivo en el que la cifra de los permisos de paternidad supera a la de los de maternidad, lo que los sindicatos atribuyen a «la precariedad laboral de las trabajadoras».
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La prestación por nacimiento y cuidado de menor, un derecho individual y no transferible, sustituyó a las antiguas de maternidad y paternidad en abril de 2019 cuando entró en vigor un decreto que, de forma progresiva, fue equiparando los permisos hasta igualarlos el 1 de enero de 2021 en 16 semanas: seis de ellas deben disfrutarse inmediatamente después del parto o resolución judicial o administrativa en los casos de adopción, guarda o acogimiento, y el resto puede disponerse en periodos sucesivos, de al menos una semana de duración.
Para poder percibirla, además de estar de alta como afiliados y al corriente de los pagos de las cotizaciones, los beneficiarios mayores de 20 años deben contar con un período mínimo de cotización: quienes tengan entre 21 y 26 años, 90 días dentro de los siete años inmediatamente anteriores al momento del inicio del descanso, o 180 días cotizados a lo largo de su vida laboral con anterioridad a dicha fecha. Estas cifras se duplican para los que tienen 26 o más años.
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El año pasado se tramitaron en la región 3.224 prestaciones (movilizaron un gasto de 22 millones de euros), de las que el 54% fueron de paternidad, lo que acentúa una tendencia iniciada en 2017, cuando por primera vez los permisos solicitados por los segundos progenitores superaron a los de las madres.
UGT y CC OO de La Rioja atribuyen esta evolución a «la precariedad laboral de las trabajadoras», que siguen siendo mayoritarias en el empleo a tiempo parcial (12,4% en el primer trimestre de 2023) triplicando la tasa de los hombres (3,5%). También en el empleo temporal: aunque la ratio femenina se ha acortado nueve puntos hasta el 17,8% desde la entrada en vigor de la reforma laboral, todavía hay una brecha con la masculina (14,7%).
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Pero, además, incide la vicesecretaria general de los ugetistas riojanos, Ana Victoria del Vigo, «para los hombres, al tener mayores tasas de empleo y de actividad, es más fácil cumplir los requisitos para acceder a la prestación de la Seguridad Social». La tasa de empleo (la que mide sólo los ocupados) masculina es del 59,1%, frente al 48,3% de la femenina, y la de actividad (a los ocupados suma los desempleados) es del 63,2%, nueve puntos superior a la de las mujeres.
Estos datos dan pie a la responsable del Área de Mujer del sindicato CC OO de la Rioja, Sonia Sobrón, a sostener que si «los permisos de maternidad y paternidad no están igualados en número es «porque sencillamente las mujeres no trabajan» o lo hacen en empleos «no sólo peor pagados y valorados», sino «más precarios»por el peso de la jornada a tiempo parcial. Y esa inestabilidad dificulta que las trabajadoras accedan a la prestación.
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Con todo, la equiparación de las prestaciones está contribuyendo a eliminar uno de los obstáculos de las mujeres para acceder a su primer empleo: «Ya nadie se plantea que, como es mujer, se va a coger una baja por maternidad, ya que el hombre tiene la misma posibilidad», subraya Del Vigo. Y, a medida que se consolide, los periodos de cotización de las mujeres también mejorarán, «ya que ahora los de los hombres son mayores».
La situación es inversa cuando se analizan los datos de excedencias para el cuidado de hijos y familiares. En concreto, de las 461 excedencias solicitadas el año pasado en La Rioja, el 70% correspondió a mujeres, lo que para Del Vigo y Sobrón evidencia que, «cuando no son retribuidas, las mujeres cortan sus carreras profesionales» porque, como el salario que perciben de promedio es inferior al de ellos y «se sigue viendo como un complemento al del hombre», es el que «se sacrifica». Algo que «hay que cambiar para que la corresponsabilidad sea real», concluyen.
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De forma general, los trabajadores pueden acogerse a excedencias voluntarias de entre cuatro meses y cinco años de duración, siempre que tengan al menos un año de antigüedad en la empresa y sin remuneración. En el caso del Gobierno regional, sin embargo, los empleados en excedencia cuentan con una ayuda de 300 euros mensuales por cada mes completo, o parte proporcional que corresponda.
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