Periodismo necesario

El ruido que desde algunos frentes se ha introducido en el mar de oportunidades que ofrece la revolución tecnológica y científica ha generado en muchos ciudadanos más confusión que certezas. El secuestro de la verdad, la difusión indiscriminada de noticias tóxicas, de bulos y manipulaciones, la circulación incontrolada de basura informativa o el estímulo artero de los prejuicios de aquellos que prefieren vivir en un mundo virtual antes que atenerse al incontestable dictado de la realidad amenazan al periodismo tanto como a la calidad de la democracia.

Desde el convencimiento de que los ciudadanos necesitan estar bien informados para tomar decisiones responsables, el periodismo necesita reivindicarse como una profesión ética que alcanza su más completa expresión cuando se pone al servicio del bien común. Porque la ética del periodismo sólo puede ser la ética de la verdad, que es tanto como decir la de la búsqueda honesta, la verificación profesional y el relato comprometido de los hechos.

En medio del barullo que sirve de sustrato a los propósitos de quienes quieren manipular a ciudadanos bienintencionados, los periodistas de Diario LA RIOJA hemos decidido dar la cara en defensa del periodismo de calidad. Durante las últimas semanas, los lectores, los viandantes o los usuarios del transporte público han podido ver en las páginas del periódico, en las calles o en los autobuses urbanos una campaña mediante la que tratamos de reivindicar los valores de una profesión que debe entenderse necesariamente desde la perspectiva de un servicio público ejercido de forma responsable. «Damos la cara por ti» significa, de un lado, asumir un compromiso corporativo en nombre del lector que demanda información veraz, puntual y relevante, además de opiniones razonadas y espacios en los que pueda expresar con libertad sus propias ideas. Pero además, ese «dar la cara» supone empeñar –con nombre y apellidos, incluso con una imagen del rostro incorporada junto a la firma de cada pieza periodística– el prestigio personal de los profesionales de la información. Creemos que esa es la mejor manera de consolidar el lazo de confianza que sostiene el vínculo entre un medio de comunicación, sus redactores y los receptores de sus mensajes.

Tengo el privilegio de compartir el trabajo de cada día con medio centenar de periodistas que ponen su sólida formación y una notable experiencia al servicio de un relato riguroso, comprometido y plural de la actualidad. La redacción de Diario LA RIOJA es consciente de que el buen periodismo ha de estar al servicio de la verdad y, al mismo tiempo, actuar de muro de contención ante quienes, por intereses particulares o por simple afán de contaminar el debate social, pretenden poner en circulación informaciones falsas. Por eso verificamos las noticias y las contrastamos con cuantas fuentes sean necesarias. Acudimos a los lugares en los que se producen hechos relevantes para nuestra audiencia, ya sea en La Rioja o en lugares remotos de cualquiera de los cinco continentes. Separamos la información de la opinión y de la publicidad. Tratamos de ofrecer análisis y explicaciones que ayuden a comprender los hechos noticiosos y abrimos el periódico a la expresión libre y plural de ideas y puntos de vista. Así trabajamos. Y así confiamos en conquistar el porvenir. Lo hacemos con fidelidad a los principios que nos han permitido construir un sólido liderazgo informativo en la región a lo largo de 130 años de historia.

El fortalecimiento del periodismo cualificado y responsable está en el fundamento de nuestra apuesta de futuro. Participar de este proyecto con profesionales de la altura y el compromiso que acreditan los miembros de la redacción de Diario LA RIOJA es una fortuna solo equiparable a la de contar con la confianza que más de 140.000 riojanos ponen cada día en la visión del mundo –desde la puerta de su casa hasta allí donde suceda un hecho digno de ser contado– que les ofrece su periódico, ya sea en la edición impresa o en la digital. La credibilidad que sustenta la relación entre este medio de comunicación y su audiencia nos estimula a dar la cara sin complejos y a trabajar con el rigor y la determinación de siempre para sacar a la luz los asuntos que interesan a los ciudadanos, incluso frente a aquellos que preferirían que no se sepan. Es nuestro compromiso. Gracias por acompañarnos en el camino, a veces tortuoso pero siempre apasionante, del periodismo que no renuncia a ser veraz, vigilante, responsable, pertinente, útil y plural. Un periodismo competente que trata de poner orden y sensatez en medio de la confusión y que, guiado por su vocación de servicio, aspira a seguir siendo necesario mediante la asunción exigente de sus responsabilidades. Porque estamos convencidos de que el progreso de la sociedad requiere la participación activa de una ciudadanía crítica y bien informada para poder tomar las decisiones adecuadas.