El pequeño comercio de La Rioja arranca las rebajas con la «incertidumbre» de Ómicron

«Ha sido un año complejo», señala Florencio Nicolás, director general de la Cámara de Comercio de La Rioja, pero el tercer trimestre comenzó a mejorar y las expectativas eran «positivas». Se esperaba un aumento de ventas y el mes de noviembre se comportó «más o menos bien», apunta. El 'black friday' y los 'bonos comercio' estimularon las ventas y «se notó cierta reactivación, aunque lejos todavía de los niveles prepandemia».

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Pero llegó Ómicron y truncó la incipiente buena marcha de los pequeños comercios que empezaban a ver algo de luz después de casi dos años de pandemia. El pasado puente de la Inmaculada, explica Nicolás, se notó un frenazo de la actividad. «La gente compró menos en el sector textil», quizá por el miedo a las aglomeraciones en un momento de escalada de contagios y en vísperas de encuentros familiares y de amigos, argumenta.

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Las rebajas supondrán más de mil contratos temporales en La Rioja

Adecco, empresa de gestión en recursos humanos, ha estimado que estas rebajas supondrán 1.150 contratos en La Rioja, un 5% más que el año pasado. En nota de prensa, Adecco señala que, en los dos últimos años, se han visto modificadas las rebajas por los cambios en los hábitos de consumo, como consecuencia de la pandemia con la que convivimos desde el año 2020. Es por ello que, como ha venido ocurriendo en los últimos dos años, desde Adecco consideran que la fuerza de las contrataciones se centrará en el 'e-commerce' y no tanto en la tienda física, que puede verse afectada por la situación epidemiológica.

A una situación pandémica poco propicia se han sumado otros factores, explica el director general de la Cámara. El incremento de precios por la también imparable escalada de los costes de las materias primas y el retraso en los suministros han acentuado el frenazo de la actividad. Una tormenta perfecta que impacta en plena línea de flotación de un sector que pide revisar la liberalización de las rebajas aprobada en 2012 y que se vuelvan a limitar los periodos de descuento. Con este sistema, sostiene Nicolás, se ayudaría el pequeño comercio que ahora tiene que convivir y en algunos casos sobrevivir a las promociones con las que las grandes cadenas textiles se anticipan a la Navidad y a las tradicionales rebajas de enero.

Este viernes fue el pistoletazo de salida de una de las mejores épocas del año y estos primeros días de rebajas serán cruciales porque «es cuando hay más predisposición a comprar», explica para recordar a renglón seguido que los consumidores tienen una «oportunidad de oro para comprar un buen producto a buen precio».