Dos peces

Aquello pasó bien rápido, básicamente porque los líderes de esta nueva política estaban en realidad educados en lo más rancio de la antigua ideología. Y así, terciado el inicial disfraz transversal, los morados se fueron escorando hacia ese espacio pedregoso a la izquierda del PSOE.

Lo malo es que en esas aguas ya nadaba un pez, la maltrecha pero añeja Izquierda Unida. Y cuando dos peces se quieren comer la misma comida, raro es que sean amigos.

El «si no puedes con tu enemigo, únete a él» que es Unidos Podemos siempre puso a IU de La Rioja de los nervios. Al menos, a la parte que manejaba la cuchara, primero con Henar Moreno hace cuatro años y ahora con Diego Mendiola. Un Mendiola que no en vano está donde está tras ganar el pulso interno a la voz de la confluencia, la que llevaba Gonzalo «Cambia» Peña.

No hubo entonces Unidos Podemos en La Rioja, y no lo habrá ahora. Dos no se juntan si ninguno de ellos quiere, por mucho que la suma electoral parezca aconsejar la unión.

Probablemente en IU piensen que el otro pez riojano de su pecera no está para tirar cohetes, y razón no les falta. A estas alturas, entender los odios africanos que se comen Podemos La Rioja o la extraña aritmética de entrantes y salientes de Cambia Logroño requiere de mucha más atención de la que pone el votante medio. De normal eso se salva con el tirón nacional de las siglas, pero no es que eso ahora mismo sea garantía de nada. Y olvidan demasiado alegremente que hay un muro, el del 5% de los votos que se exige para entrar en el Parlamento regional, que ha dejado fuera muchas ilusiones. Y que según llega mayo, más alto parece.