- ¿Cuándo se acordó que usted fuera el candidato al cargo?
- Por parte del PSOE, hace muchos días que se tomó la decisión.
«No me pilló de sorpresa que el partido pensara en mí porque tengo un enorme cariño por el Parlamento»
«Ha sido una presidenta distante (...) Yo aspiro a ser más cercano con todo el que quiera ser cercano conmigo»
«No sé si su lugar en la Mesa es el idóneo, pero el trabajo será fluido con él porque tendremos buena relación»
«Presidir el hemiciclo no me va a condicionar en mi vida personal ni coartar que siga siendo un español más, con total libertad de expresión»
- ¿Se barajó algún otro nombre?
- No me consta. Creo que fue la primera y única opción. Tengo un enorme cariño por el Parlamento y la labor de diputado, así que no me pilló por sorpresa que el partido pensara en mí para dirigir la institución.
- ¿Tenía la garantía de que obtendría los votos necesarios? ¿Estaba al tanto del desarrollo de las negociaciones con Unidas Podemos?
- No. Desconocía si se había llegado a un acuerdo. Solo supe el mismo jueves, ya dentro del hemiciclo y minutos antes de la votación, que contaría con la mayoría absoluta.
- Dentro de los múltiples perfiles que hay en la bancada socialista, se ha optado por uno 'duro' como el suyo. ¿Es su elección en sí misma un mensaje del PSOE?
- Si alguien piensa que ese es mi perfil es porque acostumbro a decir las cosas claras, mirar a la cara y no esconder nada. Lo que menos me gusta es la hipocresía, y cuando eres sincero tienden a catalogarte de duro. En la anterior legislatura me tocó dirigir comisiones de investigación donde he demostrado que sé llevar esa responsabilidad, con un trato adecuado, defendiendo la integridad moral de los diputados frente a ataques externos y con discreción. Son virtudes de un presidente, que puede tener la mano de hierro pero llevar puesto un guante de seda.
- No es la opinión de sus detractores, que han llegado a tacharle de sectario por opiniones vertidas en su blog o sonados enfrentamientos como el que sostuvo con Emilio del Río cuando era consejero.
- No comparto ese calificativo. Yo respeto las posiciones de todo el mundo, pero sostengo las mías. Si defender tus ideas es ser sectario, a lo mejor sí que lo soy, aunque hasta ahora pensaba que no. Respecto a la polémica con Del Río, fue por unas declaraciones contra mí tras las cuales tuve que llevarlo ante los tribunales y él hubo de desdecirse. Dos no chocan si uno no quiere, pero si alguien te viene diciendo barbaridades solo queda defenderse. En cualquier caso, quienes me han tratado en persona en este Parlamento saben que mi carácter es bastante dialogante y proclive al acuerdo.
- Sectaria fue la misma palabra que empleó el PSOE para definir a Ana Lourdes González cuando el PP la aupó en el 2015 para la Presidencia que ahora asume usted.
- Quien quiera ver las diferencias entre el talante de ella y el mío, le invito a repasar en la videoteca del Parlamento las intervenciones de González cuando ejercía de diputada y saque sus propias conclusiones.
- ¿En qué va a distinguirse su mandato del de su predecesora?
- Ella ha sido una presidenta distante, al menos con el PSOE. Yo aspiro a ser más cercano con aquel que quiera ser cercano conmigo sin importar de qué partido sea y, por supuesto, actuar de manera imparcial.
-Esas intenciones y la propia relevancia del cargo reclaman una postura muy institucional. ¿Empieza la metamorfosis por aparcar la acritud que a veces emplea en su blog?
- No va a ver ninguna metamorfosis: seré exactamente igual que he sido siempre. No es que sea duro en las formas, sino claro en las palabras. Y por supuesto que voy a mantener el blog. Que sea presidente del Parlamento no me va a condicionar en mi vida personal y tener un perfil institucional tampoco coartará que siga siendo un español más que tiene total libertad de expresión.
-En la Mesa de la Cámara que lidera le acompaña por el PP Ceniceros como vicepresidente segundo.
-Supongo que ha decidido así tal vez dar un paso al lado, porque lo lógico era pensar que si sigue al frente de su grupo asumiera la portavocía. Pero no soy quien para valorar si tras 16 años presidiendo el hemiciclo y cuatro al frente del Palacete su nuevo puesto es el idóneo. Egoístamente, creo que el trabajo será fluido porque voy a tener buena relación con él. Mejor que con otros que el PP me podía haber puesto al lado.
-Por otro lado, Cs está muy molesto por quedar excluido de la Mesa y sí lo esté UP con solo dos actas.
-Lo sorprendente es que les sorprenda. Igual que la anterior legislatura Podemos quedó fuera con cuatro escaños, ahora le ha tocado a Cs porque no ha llegado a un acuerdo con el PP para cederle uno de sus asientos. (Pablo) Baena debe saber que no es cuestión de rodillos, sino de un juego de mayorías y aritmética política que esta vez han perdido.
- En su primer discurso como presidente no ocultó el propósito de profesionalizar la Cámara.
- Lo que hice fue señalar que ese es el camino que debe tomar y dejar de ser una anomalía entre el resto de los Parlamentos, donde sus diputados tienen la posibilidad de liberarse para desarrollar un trabajo de tanto calado de forma íntegra y no en sus ratos libres, como ha venido sucediendo en La Rioja hasta ahora.
- Otro de sus objetivos fue el de la defensa «beligerante» de las leyes emanadas del Parlamento.
- Porque la legislatura pasada ya saltó por los aires la mayoría absoluta que duró 20 años, y no puede ser que una mayoría que se conforme saque adelante una ley y, los que no han votado a favor, intenten reventarla en el resto de la tramitación. El Parlamento es una unidad y todos deben acatar lo que apruebe.
- ¿Está pensando, por ejemplo, en la Ley de Protección Animal?
- Entre otras. Lo que no puede ser es que legítimamente normativas así se recurran ante el Tribunal Constitucional y la Cámara decida no personarse en la causa haciendo dejación de su propia responsabilidad.
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