El Tratado de Roma que puso las bases fundacionales de la Unión Europea –en aquel momento CEE– ya contemplaba el derecho a la igualdad de retribución entre mujeres y hombres por un mismo trabajo. Sin embargo, la realidad es bien diferente y por ello, se ... hace necesario que las instituciones europeas sigan trabajando por su consecución.
Recientemente, se ha elaborado un Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo que reconoce que tiene como objetivo poner término a la persistente aplicación fallida del derecho fundamental a la igualdad de retribución y garantizar el respeto de ese derecho en toda la UE, estableciendo con tal fin normas de transparencia retributiva que empoderen a los trabajadores y a las trabajadoras para hacer valer su derecho a la igualdad de retribución.
Hace apenas unos días, el pleno respaldó con 403 votos a favor, 166 en contra y 58 abstenciones el inicio de las negociaciones con los gobiernos de la UE sobre la propuesta de la Comisión para esa directiva sobre transparencia retributiva. Con su implantación, el Parlamento quiere obligar a las empresas con, al menos, cincuenta trabajadores a ser transparentes sobre su política de salarios y a tomar medidas si hay diferencia entre hombres y mujeres.
El mandato negociador del Parlamento estipula que los trabajadores y sus representantes deben tener el derecho a recibir información clara y completa sobre los niveles retributivos individuales y medios, desglosados por género. Los eurodiputados también quieren acabar con el secreto salarial, mediante la prohibición de las cláusulas contractuales que tengan por objeto restringir a un trabajador la divulgación de información sobre su retribución o buscar información acerca de la misma o de la de otras categorías de trabajadores.
En la propuesta de la Comisión, respaldada por la mayoría de la Cámara, se contempla que en aquellos casos en los que el trabajador perciba que el principio de igualdad salarial no está siendo aplicado y acuda a la justicia, corresponderá a la empresa demostrar la ausencia de discriminación.
El eurodiputado riojano, César Luena, resalta la transcendencia de la medida: «La Unión Europea incluye desde 1957 en sus tratados fundadores el principio de igualdad salarial. Para los socialistas, garantizar la igualdad de trato y de retribución entre mujeres y hombres en el trabajo no solo es una obligación jurídica, sino que es una de nuestras prioridades. Por ello, hemos volcado nuestros esfuerzos en lograr que la propuesta de Directiva de Transparencia Salarial sea lo más progresista posible. El siguiente paso es seguir trabajando para que sus normas se extiendan a las empresas de todos los tamaños y así conseguir el 0% de brecha salarial en el corto-medio plazo».
Luena apunta también a la distintas formas de entender esa igualdad que no ha sido respaldado en su totalidad por los europarlamentarios del Partido Popular: «El compromiso por la igualdad de género y por acabar con la brecha salarial no es igual en todos los Estados miembros ni en todos los partidos europeos. A pesar de las maniobras parlamentarias para abrir el texto en pleno y diluirlo, el voto para iniciar el mandato se aprobó por amplia mayoría. El resultado es una victoria para los derechos sociales y de las mujeres».
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