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A menudo ofrecemos un trozo de pan a nuestras mascotas o a las que nos encontramos, para saciar su petición cuando nos ven y huelen nuestros bocadillos. Y hay muchos perros que se han alimentado durante años a base de pan duro. En una sociedad que humaniza cada vez más a las mascotas, el pan se ha quedado a medias entre un alimento y una chuchería, sin que los dueños sepan exactamente si es bueno o malo para el animal. En principio, al igual que a los niños les resulta dulce, puede parecer bueno para el perro, aunque, de la misma manera que dulces como el chocolate les resultan tóxicos, de difícil digestión, la presencia de azúcar nos puede hacer dudar.
La respuesta de los veterinarios es clara el respecto: sí es bueno que coman pan pero, como todo en la vida, en su justa medida. «No es para nada perjudicial, el pan es un buen alimento, es una fuente de hidratos de carbono, proteína... Realmente es súper completo, así que se le puede dar sin problema, no engorda en cantidades moderadas», explica Carlos Bustillo, veterinario de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño. Sin embargo, curiosamente, los gatos no se sienten tan atraídos por el pan debido a su condición de carnívoros. «A priori no les llama la atención el pan porque son carnívoros y los cereales no suelen entrar en su dieta. Otra cosa es si sin migas de bizcocho, entonces igual las pruebas pero más por el contenido grado que por el cereal», expone Rosa Roldán, educadora canina y felina de Perrygatos. Carlos Bustillo concluye que el pan, para los perros, «es un buen complemento, les gusta porque tiene buen sabor y les da energía».
Carlos Bustillo
Veterinario
Pilar Mendoza, veterinaria de la clínica Gallarza de Logroño y vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja, también considera que el pan es un buen alimento para los perros porque es muy nutritivo. «Se les puede dar, pero, como todo, en su justa medida. No puede ser su alimento exclusivo sino un complemento», considera Pilar Mendoza, quien también distingue entre los panes artesanos y los industriales. «Los panes industriales son más dulces y eso ya puede resultar más peligroso, hay que tener cuidado, al igual que con los panes mohosos y rancios, que pueden contener microtoxinas y provocar una intoxicación», advierte la veterinaria.
Rosa Roldán
Educadora canina y felina
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que muchas veces, a pesar de nuestra buena intención, alimentamos de forma inadecuada a animales callejeros, silvestres o rumiantes con los que nos encontramos. Hasta dar pan a las palomas está prohibido por ordenanza municipal del Ayuntamiento de Logroño aprobada este mismo año. Solo está permitido alimentar a los gatos callejeros a los voluntarios registrados que gestionan las colonias felinas.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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