Y quién paga todo esto
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EL REPASO ·
De camioneros, impuestos y las alegrías que nos da la libertad (de mercado) sin controlVIERNES | HUELGA
No puedo evitar simpatizar con los camioneros. Quizá es que vi muchas películas de joven, de esas americanas en las que el camionero era como un cowboy con un caballo de cien toneladas. Luego, ay, la realidad es bastante más fea y huele peor, y ... su vida no es tan bonita. Como la de nadie, en fin, por mucho que nos empeñemos en disfrazarla en Instagram.
Así que cómo no voy a simpatizar con lo que cuentan los camioneros en huelga en estas semanas. Que pierden dinero. Porque el gasóleo está muy caro por un lado, pero también, ojo, porque las grandes empresas estrujan a los pequeños transportistas de un modo muy parecido al que los grandes almacenes acongojan a los pequeños agricultores.
A partir de ahí, sin embargo, me gustaría puntualizar un par de cuestiones de esas que son tan obvias que a veces se nos pierden de vista.
Primero. Que cuando los camioneros y los taxistas y los ambulancieros y los autobuseros (léase empresas de) piden que el gobierno les pague mil millones para que les salga más barato el combustible, quien paga no es un tal Sánchez. Quien paga somos nosotros. Ya, ya sé que es obvio, pero conviene recordarlo: busquen en este medio la información que hoy escribe Carmen Nevot sobre listas de espera, y luego si quieren les cuento en qué no se van a emplear esos mil millones.
Que no digo que me parezca mal. Si entre todos decidimos que es lo mejor para todos, pues genial. Pero sabiendo cómo son las cosas: que cuando yo pague el litro de diésel a 2 pavos y ellos a 1,80, seré yo quien esté abonando la diferencia.
Otra cosa evidente. Cuando se habla de bajar impuestos, se habla de esto. Oséase: de que el gobierno tenga menos dinero para hacer frente a estas cosillas y otras como una pandemia, digamos. Pedir con una mano que nos bajen los impuestos y con otra que se intervenga en el mercado poniendo dinero cuando las cosas se tornan peludas es fácil, pero tramposo. Y a eso jugamos con demasiada facilidad.
Y una tercera. Esto de las empresas grandes que pisan a las pequeñas me suena. Y me hace recordar otra cosa: que cuando el libre mercado es desaforadamente libre, siempre hay abusos. Y que una economía social de mercado es libre, pero también social. Y que algo muy importante está decididamente estropeado cuando los precios suben hasta las nubes y, a la vez, las grandes eléctricas están en récord absoluto de beneficios. Que entiendo que hay que pagar cuando hay tormenta, pero que me gustaría que el coste se distribuyera de manera algo más equitativa.
VIERNES | OBRAS
Tiene pinta esto de que a los logroñeses nos va a hacer falta en lo que queda de 2022 una sobredosis de paciencia. Si todo va según lo previsto, en los próximos meses la ciudad verá, entre otras, obras en República Argentina, Vara de Rey, Murrieta y unas cuantas de menor rango. Con dos de las principales salidas de la ciudad cortadas a la vez, además.
No tengo ninguna duda en cuanto a la oportunidad de todas esas obras. Me gusta la apuesta decidida de este ayuntamiento por un urbanismo y una movilidad del siglo XXI en una ciudad que permanecía anclada en mediados del XX. Soy consciente de que, al menos en apariencia, estoy en minoría en esto. Y mucho me temo que la cabeza de Hermoso pende de un hilo precisamente por este empeño.
El problema en esto, como en todo, son las prisas. Habrá que hilar muy fino para que Logroño no se vuelva insoportable durante estos meses.
Y para, si se vuelve, explicarles a los logroñeses que todo esto había que hacerlo a la vez por otra razón que no fuera que todo esté terminado antes de las elecciones de mayo del año que viene.
VIERNES | FEIJÓO
Pasa Alberto Núñez Feijóo por Logroño como una exhalación. Llena el Círculo Logroñés de militantes del PP que tenían ganas por fin de una alegría interna. El cañoneo de hace cuatro días ya parece cosa de otro siglo. ¿Casado? Eso es una ferretería, ¿no?
El casilíder puso cuidado de fotografiarse con ambos candidatos a la cosa de La Rioja, en individual o grupo. Y también, o eso parece, de decirles a ambos que de lo suyo, si eso, hablamos luego. No sé si habrá mucho que hablar. Los militantes del Círculo pagarían por no tener que ir a un congreso con dos listas, pero no creo yo que ni un gallego sea capaz de tales milagros.
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