El pacto que aupó a Andreu cumple un año entre el COVID y los roces del PSOE

Aquellas adversidades y los equilibrios exigidos ante un socio interno y otro externo ponían entonces en cuestión la perdurabilidad del pacto. Transcurrido un año, las amenazas de la estabilidad han llegado por frentes bien distintos. El primero, el sanitario. Apenas cinco meses después de la toma de posesión de Andreu, el brutal impacto del coronavirus obligó a replantear el orden de prioridades en la acción de Gobierno, volcando el grueso de los esfuerzos en salud, servicios sociales y educación. El otro riesgo ha resultado que no latía en los aliados del PSOE, sino dentro del propio partido que clamó hasta última hora por un Ejecutivo monocolor. Las tensiones entre Concha Andreu y el secretario general además de consejero de Gobernanza, Francisco Ocón, han provocado la primera crisis de Gobierno saldada (de momento) con la salida de los titulares de Educación y Sostenibilidad, además del portavoz y otros cargos de segundo nivel.

Pese a ese escenario, los firmantes destacan la materialización ya de una parte de los compromisos adquiridos y descartan que la unidad se tambalee. «La voluntad de que el acuerdo se cumpla es firme», sostiene Ocón quien, a diferencia de la presidenta, niega diferencias entre ambos y destaca la «responsabilidad» que rige el día a día.

Por Podemos, la recientemente elegida coordinadora autonómica reafirma el afán de su formación de respetar los pactos adquiridos. «Se ha abierto un nuevo ciclo», destaca Arantxa Carrero. En la misma línea, Henar Moreno (IU) juzga que el acuerdo ya está dando frutos pese a verse ralentizado por el COVID.

En contra de esa opinión, el secretario general del PP, Alberto Bretón, cree que el pacto ha derivado en «radicalidad, más gasto público e inestabilidad», mientras que Pablo Baena (Cs) lamenta el «sometimiento» del PSOE a políticas de extrema izquierda.

Ni existen roces ni la estabilidad está en peligro. Así lo asegura el líder del PSOE, que «reta» a demostrar que falta cohesión entre Martínez Zaporta y la política seguida desde el Palacete. «El apoyo del partido y el grupo parlamentario al Gobierno es total», zanja satisfecho con el avance del pacto pese a la necesidad de actualizar el calendario por el COVID.

La líder de Podemos reconoce que el alcance del pacto no es, de momento, el previsto en origen. «El COVID ha trastocado todo y ahora mismo es difícil ejecutar los cambios deseados tras los 24 años del PP», asume para apostillar que Podemos «no se quedará de perfil» y tras la urgencia sanitaria presionará para que los Presupuestos refuercen los servicios públicos.

A IU le gustaría avanzar a mayor velocidad, pero asume que la irrupción del COVID ha frenado el ritmo de cumplimiento del pacto priorizando la salud. Aun así, para Henar Moreno el acuerdo ha permitido a La Rioja «avanzar en la tan necesaria defensa de lo público» e insta al PSOE a «aparcar diferencias personales» para no retroceder en políticas de progreso.

«Caos» en áreas clave como Educación y «tensiones» internas reflejadas en la salida de consejeros y otros altos cargos. Es el balance del PP de un pacto que exhibe la «radicalización» del PSOE y «perjudica el avance de La Rioja». «Ni siquiera satisface a muchos de sus electores por el enfrentamiento con la concertada o el ataque a la iniciativa privada», opina.

Cs recela del pacto con la misma intensidad que cuando se firmó hace un año. «El gran problema del Gobierno de La Rioja es el sometimiento a las políticas de IU y Podemos, que está llevando al desastre económico y el recorte de libertades», opina Pablo Baena conminando al PSOE a «volver a la moderación» y dejar de estar «prisionero» de sus socios.