«Al Ovejas no le he hecho nada ni le he amenazado», insiste el acusado del crimen de Entrena

A un vecino, ha explicado, «le pusieron un montón de piedras en el camino a su finca para que no entrara, luego le quemaron la caseta». A otro, «le cortaron una hilera entera de árboles» y «como eso, 40.000 historias tienen en el pueblo».

Ha reconocido que en alguna ocasión habían disparado en su patio. «Javi tenía armas del 22 y en mi casa se han disparado alguna vez, pero de eso a que yo haya matado.. yo no he hecho nada», ha insistido. «No le deseo ningún mal a nadie, lo único que quería era recuperar lo que se habían llevado».

Ha asegurado que los tenía grabados en las cámaras que tenía en casa, «pero ni les amenacé ni les he hecho nada, no sólo a ellos, en la vida le he hecho yo nada a nadie, ni por peleas ni por amenazas, me están poniendo a parir, es lo más fácil», ha detallado.

De acuerdo con su versión, a raíz de que le robaron las monedas, la novia de la víctima dejó de trabajar y «estuvieron dedicándose a ir a la piscina, a hacer compras, a Pamplona... entonces empezaron a distanciarse de mí«.

Tras las palabras del procesado, que se alargó más de lo que suele se habitual en estos casos, el magistrado dio por concluido el juicio y este martes entregará el objeto del veredicto a los miembros del jurado para que comience la deliberación. Durante ese tiempo, los miembros del tribunal deberán permanecer aislados.

El Ministerio Fiscal reclama para el acusado una pena de 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y otro año por tenencia de armas y una indemnización de 300.000 euros para la novia y la familia de la víctima, quien tenía 31 años. Por su parte, las acusaciones particulares ejercidas por el padre y la pareja de Ovejas piden penas de 25 y 3 años, por los mismos delitos, y 100.000 euros de responsabilidad civil; y la defensa del procesado solicita su libre absolución.