Orgullo y diversidad

La aprobación de esa modificación del Código supuso una profunda transformación de la sociedad española que pasó de vincular la homosexualidad como algo negativo a una manera más de vivir el amor. Las imágenes de los matrimonios homosexuales pasaron a asociar el recién conseguido derecho a la idea de felicidad; la igualdad como una conquista de derechos que permitía las mismas condiciones en matrimonios de personas del mismo sexo.

A lo largo de la historia el concepto de familia ha evolucionado; no es la familia o el matrimonio algo estable o algo que exista fuera de lo que las sociedades acuerdan que es matrimonio. Los y las entonces detractores de esta modificación afirmaban que 'matrimonio' era otra cosa. Pero lo cierto es que lo socialmente aceptable o no lo construye la propia sociedad. Entre todas las personas construimos entonces la evolución de este concepto y la sociedad española apostó por una sociedad en la que cupiesen diferentes maneras de amarse.

Para que este paso se produjese hubo colectivos y personas que impulsaron y promovieron el cambio, porque para toda gran transformación se necesita una mirada revulsiva que lo fomente. El matrimonio entre iguales consiguió hacer visible mediante derechos otras formas de amar que ya existían pero que permanecían ocultas ante discursos restrictivos de esta otra realidad.

E igual que entonces, la perspectiva de género que hoy desarrollamos desde las administraciones inspira esta mirada y motiva el cambio necesario para seguir construyendo una sociedad más diversa y plena. Vamos a luchar por la diversidad como valor y por el derecho a amar y a ser quienes queramos ser, sin clasificaciones, sin adjetivos. Una sociedad sin etiquetas de la que lesbianas, gays, trans y bisexuales se sientan orgullosas, porque la bandera de la diversidad y de la igualdad les protege sin distinción. Porque una sociedad diversa es una sociedad mejor.