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El acceso a la cueva Grande del Monte de Cantabria de Logroño, con su labrado dintel, en un atardecer de este otoño. D. M. A.
Patrimonio

'Los ojos del Ebro', olvidados y vandalizados

A pesar de formar parte del conjunto declarado como Bien de Interés Cultural, las cuevas del monte Cantabria se encuentran deterioradas y a merced de la erosión

Diego Marín A.

Logroño

Domingo, 8 de diciembre 2024, 20:52

Hasta un funicular se ha llegado a plantear, como propuesta vecinal, para ascender al monte Cantabria. La realidad es que el camino de acceso es una cuesta de cabras pero al menos lo hay porque las cuevas, que forman parte del conjunto declarado Bien de Interés Cultural, apenas cuentan con un abrupto sendero. Popularmente conocidas como 'Los ojos del Ebro', las cuevas del monte Cantabria son las grandes desconocidas y olvidadas del patrimonio de Logroño puesto que permanecen abandonadas y vandalizadas desde hace décadas.

El Ayuntamiento de Logroño se ha quedado sin los solicitados fondos europeos para rehabilitar el Cubo del Revellín y el yacimiento del monte Cantabria que concede el Ministerio de Industria y Turismo, si bien la intervención que se planteaba era mejorar los accesos a la cima. El monte Cantabria fue uno de los asentamientos más importantes de los berones en el siglo IV a.C. Todo el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural en 2018, y el Consistorio logroñés promovió una restauración que, de momento tras dos fases ejecutadas, ha olvidado uno de sus elementos más llamativos y atractivos: las cuevas.

Actualmente las cavidades del monte Cantabria son de acceso libre, sin ninguna prohibición ni seguridad, aunque llegar a ellas entraña cierta dificultad. No es 'para todos los públicos'. Desde allí las vistas de Logroño son espectaculares pero dentro de ellas las pintadas, restos de fogatas y la roca deshecha las convierten en un lugar degradado, sin ningún lustre del que presumir.

Existen dos cuevas no conectadas, la Grande (a la derecha desde el Ebro), con tres ventanales, y la del Águila, con una

«Estuvimos doce años trabajando, desde 2004, presentando cada seis meses la documentación, aunque la catalogación muchas veces es una etiqueta, no una obligación, así que no hay un seguimiento y no lo mantienen. Es una pena», explica Federico Soldevilla, presidente de la asociación Amigos de La Rioja, que impulsó la declaración del monte Cantabria como BIC. «Cuando lo pedimos hicimos un informe paisajístico. Creemos que, en la formación del cerro, no puede tener importancia lo de arriba, el yacimiento, sin lo de abajo, las cuevas», señala Soldevilla.

D. M. A.
Imagen principal - 'Los ojos del Ebro', olvidados y vandalizados
Imagen secundaria 1 - 'Los ojos del Ebro', olvidados y vandalizados
Imagen secundaria 2 - 'Los ojos del Ebro', olvidados y vandalizados

Si bien no está claro cuál fue su función, el experto asegura que 'El Pasti' le contó que a su padre se las alquiló el Ayuntamiento y las usaba como palomar. Incluso le aseguró que existía un túnel que conducía hasta la orilla del Ebro. También parece que en los 70 estuvieron habitadas. «A mí me resulta extraño que solo fueran unos palomares estando trabajado el dintel de sillería de la entrada como está», valora Soldevilla. Y eso mismo señaló en su día Antonino González Blanco: «Es sorprendente el empeño desplegado en su excavación y en su consolidación. Podríamos hablar de una cueva fabricada con mucho interés y hasta con lujo. Inimaginable, desde luego, si solo se excavó para construir un palomar». González Blanco contabilizó 1.580 columbarios, si bien plantea que el ennegrecimiento por el humo y el «muy digno» trabajo constructivo no es propio de un palomar, aunque después se usara como tal, sino de «un monasterio o iglesia».

Existen dos cuevas no conectadas, la Grande (a la derecha desde el Ebro), con tres ventanales, y la del Águila (izquierda), con uno. Ninguna conserva otro acceso que las propias cavidades. Las cuevas presentan similitudes con los conjuntos rupestres de Nalda, Albelda y Arnedo. Amigos de La Rioja ya advirtió hace veinte años, cuando empezó a promover la declaración de BIC, que el conjunto del monte Cantabria presentaba «abandono y deterioro», y, mientras el yacimiento superior al menos ya se ha dignificado, las cuevas continúan intactas en su abandono.

Pero el monte Cantabria tuvo más cuevas que, a lo largo del tiempo, se usaron como viviendas, champiñoneras, bodegas y corral de ganado, con referencias a tales fines desde el siglo XVII. Sergio Larrauri, historiador y secretario de la asociación Rioxa Nostra, expone que «el origen de estas cuevas rupestres artificiales no está claro, si bien varios investigadores lo identifican como enclave de hábitat durante una época de inestabilidad general a caballo entre el final del mundo antiguo y la Alta Edad Media». Y también destaca que «su situación actual es muy deficiente por su propia naturaleza y por el vandalismo que sufren, incluso el acceso a las mismas está hoy en día muy complicado debido a la constante erosión y caída de piedras en la empinada ladera».

Larrauri propone «tomarse en serio el valor y las enormes posibilidades que atesora el monte Cantabria, su recuperación no debería consistir en intervenir y dejarlo ahí, sin un mantenimiento ni una 'política de divulgación'». «El Ayuntamiento debería hacer algo. Queremos que se siga trabajando el BIC, ponerlo en valor, porque las cuevas llaman la atención y las seguimos sin dignificar. Se podría mejorar el acceso, darlas a conocer, porque tienen suficiente importancia como para seguir defendiendo el monte Cantabria como nuestro origen», propone Soldevilla.

El Ayuntamiento no contempla actuar pero podría valorarlo

El Gobierno de La Rioja, con Gonzalo Capellán como consejero de Cultura, declaró en 2012 el monte Cantabria de Logroño como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica, al considerar que «es una de nuestras señas de identidad y merece una protección máxima». En aquella declaración se especificaba la presencia de las cuevas en la ladera Sur del cerro.

El Ayuntamiento de Logroño, que también protege el monte Cantabria dentro del Plan General de Ordenación Urbana, ha realizado desde entonces dos fases de rehabilitación del yacimiento y aspiraba a financiar una actuación de mejora del acceso con unos fondos europeos no concedidos. Pero, de momento, no se ha mencionado ni una sola posible actuación en las dos cuevas conservadas.

Consultado por Diario LA RIOJA, el equipo de gobierno de Logroño reconoce que no hay ninguna actuación programada ni planteada en el horizonte, como sí lo hay para el yacimiento superior, si bien admiten que se podría valorar una intervención. El PR+ ha criticado recientemente que «tiene más sentido un mirador en el monte Cantabria, que permite una visión global de la ciudad y está en pleno Camino de Santiago, frente a El Corvo, con una vista limitada».

En el monte Cantabria se ha llegado a hablar de un centro de interpretación. Desde lo alto, las vistas son espectaculares, casi tanto como algunas promesas.

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