Ocho trabajadores del Museo piden amparo a Cultura por sentirse «atacados y vigilados» por la nueva directora y parte de la plantilla

«Dado que la Dirección ha generado ya un apercibimiento escrito a un trabajador faltando absolutamente a la verdad -señala la carta-, nos sentimos indefensos ante la posibilidad de que se inventen acusaciones arbitrarias que tendrían graves consecuencias para nosotros, por lo que pedimos amparo por parte de esta Secretaría General Técnica».

Según dicho escrito, «se está generando de manera intencionada un ambiente laboral irrespirable para una parte de los trabajadores del Museo de todos los niveles del mismo». «Las actuaciones, acusaciones y recriminaciones que recibimos -añaden los firmantes- no buscan evidenciar ningún problema en el servicio, sino generarlos con arbitrariedad para discriminar a una parte de la plantilla frente al resto».

Se da la circunstancia de que los trabajadores denunciantes de esta situación son los mismos que en su día denunciaron también las «graves deficiencias existentes en el Museo», según sus propias palabras, que derivaron en el cese de la anterior directora, María Teresa Sánchez Trujillano, en abril de 2017.

Desde octubre de ese mismo año, la directora del Museo de La Rioja es María Eugenia Santos González (Santander, 1981), funcionaria de carrera del Cuerpo Facultativo Superior de Conservadores de Museos de la Administración General del Estado desde el año 2009. Obtuvo la plaza convocada por el Gobierno riojano en primera instancia como comisión de servicios y, tras la reclamación por parte la Administración del Estado, como puesto de libre designación.

Diario LA RIOJA todavía no ha podido recabar la versión de la Dirección del Museo ni tampoco la del Director General de Turismo y Cultura, Eduardo Rodríguez Osés, perteneciente a la Consejería de Desarrollo Económico e Innovación, aunque se ha publicado que la administración ha puesto en marcha un proceso de resolución de conflictos interpersonales por parte del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de Función Pública.

Según fuentes de la plantilla, en las últimas semanas se han producido hasta seis bajas psicológicas.

El escrito de los trabajadores que se ha difundido también denuncia «falsas acusaciones» hacia esa parte de la plantilla: «Dejación de nuestras funciones, difamación del centro, incumplimiento de horario, consentimiento de actuaciones impropias a otros compañeros nuevos con el fin de ponerlos en contra de la Dirección».

Así como «acumulación intencionada de tareas 'urgentes y prioritarias', simultáneamente [para] vaciar de contenido las verdaderas responsabilidades, para minar el ánimo de los trabajadores».

Además de ello, los trabajadores afirman estar «vigilados constantemente por la otra parte de la plantilla, así como por el vigilante externo». Y, añaden, «hemos sido amenazados con vigilarnos con cámaras y alarmas».

Por ultimo, terminan, «dado que el control del reloj como de las grabaciones de cámaras y los desalarmes están en manos de la parte de la plantilla que intenta conseguir pruebas para desacreditarnos, nos sentimos indefensos y solicitamos que todas estas funciones de control se dirijan directamente desde la Secretaría General Técnica«.