El obispo agradece a los cofrades su implicación en conservar los valores religiosos

Al acto de arranque de la Semana Santa han acudido el presidente de la Hermandad de Cofradías de la pasión de la ciudad de Logroño, Fermín Labarga delegado diocesano de cofradías y prior de la hermandad, así como presidentes y hermanos mayores de las cofradías de la Semana Santa de Logroño, cofrades, hermanos y numeroso público que abarrotaba el templo.

Monseñor Escribano pone el énfasis en que “las cofradías de nuestros pueblos y ciudades, y especialmente las de Semana Santa, tenéis un precioso desafío que acometer. Valorar e insertar la religiosidad popular en este dinamismo misionero es uno de los grandes retos que tenemos por delante", destacó el obispo.

Igualmente monseñor Escribano ha destacado que "estamos llamados a alentar y fortalecer la religiosidad para profundizar en el proceso de inculturación, que es una realidad nunca acabada. Las expresiones de la piedad popular tienen mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al que debemos prestar atención, particularmente a la hora de pensar la nueva evangelización”, agregó.

Escribano anticipa que su pregón persigue el aprendizaje y en el descubrimiento. "Leer la expresión del Papa Francisco, el trasfondo de lo que se presenta y representa estos días ante nuestros ojos", recalca.

El domingo de Ramos, con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, da comienzo el trascurrir de las procesiones que concluirán con la del Resucitado el domingo siguiente, ha anticipado monseñor Escribano. "Los cofrades vais a caminar junto a Jesús, portándolo sobre vuestros hombros o en las carrozas en los próximos días mostrándonos escenas de su Pasión. En vuestro trascurrir por las calles de Logroño vamos a encontrar a muchos espectadores, que, como Bartimeo, estarán al borde del camino", subrayó el obispo evocando la curación del ciego en el último milagro de Jesucristo.

Monseñor Escribano ha expresado también que "La capital de La Rioja se trasforma en estos días y se convierte en un magnifico escenario que muestra a la ciudad y al mundo el misterio del amor más grande. Es difícil abstraerse a la belleza de este pregón de fe: las procesiones se convierten en una magnífica invitación para descubrir la grandeza de unos días que nos impulsan a vivir de un modo distinto la fuerza de nuestra fe cristiana", ha concuido.