«Nunca he visto el campo peor», lamentan los agricultores de la zona de Nájera

Allí permanecieron parados en las principales rotondas de acceso a la localidad, como la de los alrededores de la cristalería Montes y la bodega Cuna de Reyes o la del entorno de Fiora. Al comienzo, los manifestantes permanecían con sus tractores aparcados y conversando relajadamente en el exterior, pero sobre las 08.30 horas varias patrullas y un helicóptero de la Guardia Civil les advirtieron que desalojaran la zona.

En ese momento, los tractores se pusieron en marcha y durante varias horas hicieron un circuito ininterrumpido entre ambas rotondas, entorpeciendo la circulación, pero sin causar las grandes retenciones que sí que se apreciaban a primera hora. Una vez pasado el mediodía, los agricultores se dividieron en grupos y, mientras unos seguían circulando por la zona de las rotondas, otros se adentraron en el interior de Nájera, donde recorrieron con escolta policial las principales calles del municipio, tocando el claxon.

José, un agricultor de Nájera, se manifestaba porque «el campo está muy mal, necesita de precios justos que ahora mismo no existen, además que el papeleo es asfixiante». Ángel, agricultor de Uruñuela, lamenta que a sus 64 años «nunca ha visto el campo peor, con precios muy bajos y demasiada burocracia».

Otro grupo de agricultores cigüeñeros, de Santa Coloma y Hormilleja, lamentaban en grupo que con esta situación «sus hijos no van a tener futuro. Los precios son de risa, no cubrimos los costes, trabajamos a pérdidas y para más inri cada día nos ponen más papeleo; mi abuelo, que vendía el trigo a 40 pesetas, proporcionalmente sacaba más que yo», añade uno de ellos.

Las quejas hacían referencia al exceso de subvenciones, «que no llegan a tiempo, se engaña a los jóvenes con la ayuda al joven agricultor y luego pasan tres años y no han cobrado un euro de los 40.000 prometidos». También lamentan el altísimo precio del gasoil, de los fertilizantes y de la competencia desleal de terceros países como Marruecos. La sequía también les parece mal, pero eso dicen «que no pueden culpar a nadie». «Tenemos pensado salir más días, pero no vamos a ser igual que los franceses, que les destrozan las mercancías a gente inocente».

Critican la inacción de los sindicatos agrarios, «salimos por nuestra cuenta porque ellos nos engañan a nuestras espaldas». Otro grupo de agricultores de Alesón y Hormilla apuntaban que se han reunido por el «boca a boca». «La UE concentra mucho poder, parece que las tierras son de ellos y no nuestras», dicen. Lamentan la excesiva digitalización «tenemos que llevar un cuaderno electrónico día a día con todos los movimientos, es una vergüenza». También se quejan de la dificultad para contratar obreros por su coste y el papeleo, inflado desde el gobierno.

Una agricultora de Hormilla lamenta que a este paso «vamos a tener que buscarnos otro empleo adicional». Javi, un ingeniero agrónomo allí presente, dice que los precios de los supermercados han subido y en el campo han pagado menos a los agricultores, no tiene sentido, esta gente no tiene capacidad de decisión.