Pilar, en la cocina del restaurante donde ha vuelto a trabajar. Justo Rodriguez

«Nunca me había faltado trabajo, siempre había sabido defenderme»

Pilar | Cocinera y usuaria de cáritas ·

Pilar acudió a pedir ayuda y contrató uno de los microcréditos, a interés cero, para afrontar el impacto del cierre hostelero

Alberto Gil

Logroño

Viernes, 28 de mayo 2021, 20:00

Pilar describe a la perfección el perfil del nuevo usuario de Cáritas, ese 38% de gente nueva que se ha acercado por primera vez a solicitar ayuda: una mujer de mediana edad, con familia monoparental y víctima del parón económico provocado por la pandemia. ... Pilar nació hace 47 años en Bolivia, tiene un hijo de 14 y es riojana, donde llegó a trabajar hace 17 años. Es una de esos 47.000 trabajadores/as que está dentro de lo que se denomina 'inclusión precaria'.

Publicidad

-¿Por qué dejó de trabajar?

-Soy cocinera y mi sector es la hostelería. Con el confinamiento domiciliario de marzo del año pasado, hubo que cerrar de golpe. Se me acabó el contrato y pedí por primera vez la ayuda social de 420 euros al mes, que inicialmente me concedieron.

- ¿Y volvió a trabajar con la reapertura del verano?

- Así es. Volví durante unos meses, pero a primeros de octubre me infecté de COVID. Pasé diez días muy difíciles en la UCI con respirador, en los que no paraba de pensar en mi hijo, y hasta final de noviembre estuve de baja, pero se me acabó el contrato y no pude acogerme a un ERTE. Fue entonces cuando volví a solicitar la ayuda de 420 euros, pero, por lo que sea, no me la concedieron, así que hemos estado viviendo como podíamos.

- ¿Llegaron a pasar hambre?

- Hambre realmente no porque íbamos tirando con algunos ahorrillos y con una tarjeta de crédito que iba reponiendo como podía. Pero sí es una situación de angustia y más cuando tienes a tu cargo un hijo de 14 años, que lógicamente tiene gastos como los escolares y otras necesidades. Quizás lo que más pena me da es la tristeza de mi hijo, cuando pasé la enfermedad y cuando tienes esa angustia de no saber qué puede pasar mañana.

Publicidad

«A primeros de octubre me infecté de COVID y pasé diez días en la UCI con respirador y pensando en mi hijo de 14 años»

El peor momento

- ¿Fue entonces cuando acudió a Cáritas?

- Eso fue hace unos meses. Yo he trabajado siempre, en diferentes lugares, pero nunca me había faltado trabajo y siempre habíamos sabido defendernos. Vivimos de alquiler pero nunca hasta la pandemia habíamos tenido problemas.

- ¿Qué te ofrecieron en Cáritas?

- Había vuelto a trabajar en marzo, pero tengo que pagar deudas contraídas y atrasos durante los meses sin actividad. Además, de momento la clientela sigue siendo limitada y trabajo unas horas al día, no una jornada completa. En Cáritas me ofrecieron la opción de los microcréditos que, a interés cero, me permiten atender nuestras necesidades. El próximo día 5 tengo que comenzar a pagar y esa ayuda para mí ha sido muy importante.

Publicidad

- ¿Teme el futuro tras lo sucedido?

- No. He trabajado mucho toda mi vida y no me cuesta. No fue fácil cuando llegué aquí y sé que ahora tampoco va a ser sencillo. Caritas me ha ayudado a salir de un apuro y le estoy muy agradecida, por mí y por mi hijo. Aunque se trata de volver a empezar, cuesta pero se puede. Espero que poco a poco se vaya recuperando definitivamente la normalidad y pueda completar mi jornada laboral.

- ¿Está la mujer más desprotegida antes estas situaciones críticas?

- Yo creo que sí. Probablemente es porque tenemos contratos más temporales o más precarios. El mayor problema es cuando además tenemos la responsabilidad de sacar adelante hijos, como es mi caso, ya que dependen totalmente de nosotras.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad