El número de usuarios atendidos por Proyecto Hombre en el 2021 creció el 27% por la pandemia

Los datos fundamentales apuntan que en el 2021 la entidad atendió a 467 usuarios y a 464 familias y que el número total de personas atendidas (que incluye a los usuarios y sus familiares) se disparó hasta los 1.266. Con una veintena de programas activos que buscan adaptarse lo máximo posible a las necesidades de cada uno de los usuarios. El principal repunte durante el 2021 se registró en los programas de tratamiento ambulatorio. Así, si en el 2020 la entidad atendió a 161 usuarios, esa cifra se disparó el año pasado hasta los 216, según explicó David García, director de Proyecto Hombre La Rioja. Además, el Proyecto Reconecta para jóvenes tuvo 94 usuarios (y 99 padres atendidos), el de reinserción social, 26; el que se desarrolla en el centro penitenciario, 70; y por el programa residencial de Comunidad Terapéutica pasaron 61 usuarios. Además, los usuarios de Proyecto Hombre son cada vez más jóvenes. «El 62% de las personas atendidas en el Programa Ambulatorio y en la Comunidad Terapéutica tiene menos de 40 años. Un 30% tiene menos de 30 años y un 32%, entre 31 y 40 años», ha concretado García.

Dejando al margen los programas destinados para menores de edad, el perfil del usuario adulto es es el de un varón (el 85% de los atendidos) con una edad comprendida entre los 31 y los 40 años (el 32%) y consumidor principalmente de alcohol (37%) y cocaína (21%). Entre los jóvenes, el perfil del usuario atendido en Proyecto Hombre es el de un varón (71%), de 17 años de edad (34%) y consumidor de cannabis (68%).

García insistió en que atrás quedan los años en los que se asociaba al usuario de Proyecto Hombre con un perfil de exclusión social y que en la actualidad «es un perfil normalizado». Tanto es así que, destacó García, «el 70% de los usuarios se encontraban en activo laboralmente en los tres años anteriores a entrar en el tratamiento». Una realidad que aprovechó el director de Proyecto Hombre para poner sobre la mesa el papel fundamental que pueden desarrollar las empresas «a la hora de atajar antes el problema» de un empleado.

El programa ambulatorio, dirigido a personas que no necesitan un tratamiento intensivo, pudiendo la persona mantenerse en su medio haciéndose cargo de sus responsabilidades y que se adapta a las circunstancias personales, dando flexibilidad horaria e individualizando la intervención según las necesidades particulares, atendió en el 2021 a 216 usuarios. «Teniendo en cuenta la sustancia principal por la que acuden a demandar ayuda (algún usuario puede presentar adicción a más de una sustancia), el alcohol sigue ocupando el primer lugar e incluso ha aumentado su protagonismo, pasando del 27% en 2020 al 33% en 2021. Otra novedad es que este año el segundo lugar lo ocupa la cocaína, que ha pasado de representar un 20% a un 26%», ha explicado el director de Proyecto Hombre.

Si a los usuarios del programa ambulatorio se añaden los de tratamiento residencial en la Comunidad Terapéutica (dirigido a personas que necesitan una estructura que les ayude a mantener la abstinencia y un tratamiento más intensivo que el ambulatorio), el alcohol también es el principal problema para el 37% de los usuarios. «Es una sustancia normalizada, al igual que el THC (cannabis), que afecta al 16%. Juntos suman un 53%, lo que pone de manifiesto que a mayor normalización, mayor consumo y mayor acceso a tratamiento. También cabe destacar que entorno al 7% de nuestros usuarios padecen una adicción comportamental. En el caso de los jóvenes, representa un 10%, lo que indica que estamos ante un cambio de parámetros», ha detallado David García.

En la presentación de la Memoria 2021 de Proyecto Hombre también se ha hecho especial hincapié en el Proyecto Reconecta, el programa específico para menores de 21 años que desarrolla Proyecto Hombre mediante concesión del Gobierno de La Rioja. En el 2021 se atendió a 94 jóvenes (en 2019 fueron 63 y en 2020, 72). «Hemos atendido tanto a jóvenes en centros escolares a través de la prevención selectiva, centrada sobre todo en las formaciones profesionales, como a jóvenes o menores que han venido aquí, a nuestra sede. El programa está destinado a jóvenes de entre 13 y 21 años y sus familias, que son un pilar muy importante en el tratamiento», ha destacado Ester Aguilera, coordinadora del Proyecto Reconecta, que ha incidido en que «ha aumentado el número de chicas atendidas, pasando de un 19% a un 29% y en que ha crecido el número de jóvenes de 16 años (15% en 2020 y 27% en 2021)».

Aguilera ha recalcado que la presencia de jóvenes en los programas de Proyecto Hombre «se ha incrementado de forma constante y preocupante. El cannabis es el principal problema entre los usuarios menores de 21 años, representa el 68% de los usuarios. Además, llama la atención el número de jóvenes con problemas comportamentales. En 2019 representaban el 6%; mientras que, en 2021, un 8% padece adicción a los videojuegos y otro 2%, sufre juego patológico». En relación a estas adicciones vinculadas al abuso de los dispositivos tecnológicos, Aguilera ha destacado algunas claves que pueden alertar un uso problemático de la pantallas: «Cuando prefieren quedarse en casa en lugar de salir a la calle o quedar con amigos, cuando la retirada del dispositivo genera malestar o hay conflicto, cuando dedica muchas horas nocturnas a las pantallas, cuando empeora el rendimiento escolar...», ha dicho tras apuntar que han atendido casos de menores de entre 10 y 12 años y que desde el servicio de Pediatría del SERIS se han derivado algunos casos. «Solo en los cuatro meses de este año ya son 22 los casos atendidos», ha dicho interpretando un repunte de las atenciones en relación al 2021.

Precisamente los tratamientos de este tipo de adiciones, que en adultos están vinculadas fundamentalmente a la ludopatía a través de casas de apuestas online, es uno de los retos que afronta Proyecto Hombre. «Tratamos de individualizar el tratamiento», ha dicho David García, explicando que hay «grupos específicos en los que se trabaja esta cuestión. En relación a las nuevas tecnologías, no podemos evitar totalmente el contacto sino que hay que prepararles para que sean capaces de utilizarlas sin tener la necesidad de hacer una apuesta deportiva. Les enseñamos cómo deben protegerse», ha completado el director de Proyecto Hombre en La Rioja.