Carlos Sola | Director del Banco de Sangre
«Tenemos el mismo número de personas, pero donan menos veces al año»Secciones
Servicios
Destacamos
Carlos Sola | Director del Banco de Sangre
«Tenemos el mismo número de personas, pero donan menos veces al año»El Banco de Sangre es una de las instituciones médicas más populares y reconocidas en nuestra sociedad. Visible de puertas hacia fuera y hacia dentro, en la calle y en el hospital, desarrolla un trabajo constante, rutinario, que no se puede frenar en ningún momento ... para alimentar las reservas de esos preciados componentes de la sangre, cada uno con sus características y necesidades: hematíes, plaquetas y plasma. Aproximadamente diez mil unidades son empleadas cada año en los hospitales riojanos. La tendencia es ligeramente al alza, por lo que Carlos Sola, director del Banco de Sangre, habla tanto de una gestión óptima y de la prevención para reducir las necesidades de sangre en los quirófanos, como de la importancia de incrementar la frecuencia de donación, cuestión que se ha reducido significativamente en los últimos tiempos.
– ¿Se encuentran comprometidas las reservas del Banco de Sangre riojano?
– Cuando emitimos algún mensaje o llamamiento siempre se hace antes de que el Banco de Sangre esté en una situación de peligro de suspender alguna intervención quirúrgica. En este caso, venimos de días de vacaciones de Semana Santa y se nota. Si comparamos este mes de marzo con el del pasado año, hemos tenido un descenso del 13% en las donaciones. No estamos mal, pero como ahora se va a reactivar mucha actividad quirúrgica aspiramos a contar con una situación más óptima.
– ¿Qué picos existen a lo largo del año?
– En cuanto a las necesidades, son más o menos continuas, aunque en parte depende de las intervenciones programadas, por ejemplo, si existen más de vascular o cardiovascular. Lo que sí notamos es un descenso en las donaciones en ciertas épocas. Por ejemplo, en diciembre se juntó una epidemia de gripe con un periodo vacacional, que suelen ser de bajada porque la gente no está aquí o regresa de algún viaje y no puede donar en quince días... Son épocas en las que insistimos algo más en la donación para reforzar. Los riojanos tienen que pensar que nosotros tenemos que tener siempre reservas para poder dar servicio a la actividad habitual y a la extraordinaria y un 'sobre stock' ante cualquier emergencia. La sangre tiene que esperar al paciente, no el paciente a la sangre, por eso somos tan insistentes. Además, los componentes sanguíneos tienen una vida limitada.
– ¿Cómo ha sido la evolución de donaciones en los últimos años?
– Tuvimos un repunte bastante llamativo en la época del covid, aumentamos la donación debido a que entonces no interfería en las actividades o rutinas de la gente, tenían más tiempo. En algunos días, incluso, tuvimos que limitar el número de donantes por sesión. Pero en general, mirando a largo plazo, sí que ha habido un leve descenso, por ejemplo el pasado año fue del 6%. Lo que más se nota en todas las comunidades, no solo en La Rioja, es que tenemos los mismos donantes, pero donan menos veces al año.
– La necesidad de convertir la donación en un hábito es un mensaje recurrente.
– La gente mayor de 50 años sí que tiene un índice de repetición muy alto, pero en los jóvenes es más bajo. Aproximadamente, de los 7.000 donantes anuales que tenemos, la mitad solamente dona una vez al año. La tasa fue de 1,29 en 2023, frente al 1,38 de hace dos años, por ejemplo. Yo siempre recomiendo a la gente que done en el mes de su cumpleaños y seis meses después. Con que la mitad de aquellos que donan una vez lo hiciesen dos, ya no tendríamos ningún problema de reservas.
– Nuestro sistema de donación de sangre es gratuito y altruista. ¿Qué beneficios tiene frente a otras fórmulas de pago?
– El objetivo a nivel mundial es que se imponga este modelo altruista. ¿Por qué? Porque cuando la donación es remunerada se convierte en necesidad y entran las sospechas de que no se diga toda la verdad. Nuestros equipos son muy sensibles y muy específicos, pero más o menos la última semana de lo que haya pasado en la vida del donante no lo podemos detectar, por eso es muy importante la entrevista previa que hacemos. El riesgo de la transfusión nunca es cero, siempre hay un riesgo residual aunque se haga todo perfectamente.
– ¿Cómo se sitúa La Rioja en cuanto a donaciones con respecto a otras comunidades?
– Siempre andamos en un puesto 13 o 14 más o menos, pero estamos muy bien en el índice transfusional y es importante porque esto es un equilibrio. Esto no consiste en tener mucho y transfundir mucho, consiste en tener la cantidad justa para lo que se necesita. Intentamos hacer una gestión óptima, con unos protocolos de prevención con los que se busca que el paciente llegue al quirófano lo mejor posible, de esta manera es menos probable que necesite una transfusión. Esto es el futuro porque, como se dice al hablar de las pensiones, la sociedad va a envejecer, muchos ya no van a poder donar y la población joven, más pequeña, va a tener que sostener las necesidades. Por eso es importante donar más veces al año. La pirámide poblacional afecta a todos los aspectos de la vida, también a este. En otros países de Europa la donación es hasta los 80 años, algo que me parece un poco alto, pero quizá en un futuro tengan que modificarse los criterios a nivel nacional para donar hasta los 70 (ahora, por regla general, es hasta los 65 años).
– ¿Cómo se consigue reducir las necesidades de sangre?
– Haciendo que la gente llegue mejor a las intervenciones. Además, vienen muy bien los programas de seguimiento de pacientes crónicos para adelantarse a las necesidades, estableciendo, por ejemplo, aportes de hierro o vitamina B12 en anemias. Hay que tener una actitud proactiva.
– La innovación médica también ha incidido en estos últimos años en las donaciones de sangre, ¿de qué manera?
– Hace ya tiempo que el plasma que se dedica a la transfusión tiene que ser o inactivado o cuarentenado. La gestión de la cuarentena es muy complicada, por lo que es más habitual un proceso de inactivación para eliminar los patógenos conocidos y desconocidos de ese plasma y reducir muchísimo el riesgo de infección. También hacemos desde hace unos años una reducción de patógenos en las unidades de plaquetas, con lo que limitas el riesgo de contaminación y consigues alargar dos días más, de 5 a 7, la vida de estas plaquetas. Además, se está investigando, aunque va algo más despacio, la inactivación de la sangre total, de todos los componentes al mismo tiempo, con lo que en un solo paso estás consiguiendo disminuir la carga patogénica de hematíes, plaquetas y plasma.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.