Nuevos rumbos en las aulas

Raro es vivir un año tranquilo en las aulas, aunque es igualmente difícil encontrar uno con tantas novedades en la educación riojana como las que hubo el anterior. Desde los colegios a la universidad. El Gobierno regional empezó a desplegar su hoja de rumbo de legislatura, no sin polémicas al abrir las ayudas sin requisitos de renta en cuestiones como la primera matrícula universitaria, las becas de movilidad o la subvención al bachillerato privado. Mientras, el año electoral en la UR encumbró a Eva Sanz como rectora después de unos comicios con doble vuelta. Seis años le esperan en el cargo.

Después de meses intensos, el ámbito universitario inició de forma tranquila un año que arrancó con la novedad de la cotización de los alumnos universitarios en prácticas, un avance que topó con reticencias en empresas y administraciones, forzando a la UR a asumir el coste. A las puertas del verano, el Parlamento, con votos a favor de PP y Vox, respondía a la petición de la privada UNIR para impartir enseñanzas presenciales. Después de un leve maremoto, se calmaron las aguas, con apretón de manos entre rectores, con el compromiso de que la UNIR no implantaría estudios que ofertase la UR.

Fue ese uno de los últimos actos públicos de Juan Carlos Ayala, que en septiembre convocó elecciones y anunció su marcha tras cuatro años al frente de la UR. Y por primera vez, tres candidaturas se presentaron con el objetivo de dirigir el destino de universidad pública durante los seis años siguientes. Sin resultados concluyentes en los comicios, fue necesaria una segunda vuelta en la que se impuso de forma definitiva Eva Sanz. La candidata continuista con el anterior mandato se convertía en rectora.

También el comienzo de curso se vio sobresaltado por las medidas anunciadas por el presidente, Gonzalo Capellán: gratuidad en la primera matrícula en la UR para los riojanos y eliminación de los requisitos de renta en las becas de movilidad. Ayudas universales, un importante detalle que levantó polvareda.

Aún más contestación y rechazo entre parte de la comunidad educativa tuvo la recuperación del 'cheque Bachillerato', una ayuda de 60 euros mensuales para quien cursase esos estudios en un centro privado. Desde el Gobierno, además, se mostraba la intención de aumentar esta cuantía hasta concertar totalmente el Bachillerato. Precisamente, en tema de conciertos, Alcaste-Las Fuentes, el único centro que separaba a su alumnado por sexo, anunció el fin de este modelo de cara al siguiente curso, ya que la nueva normativa nacional impide la financiación de la educación segregada.

Entretanto, 1.433 estudiantes se enfrentaron a la última EBAU antes del cambio de ciclo, que traerá un nuevo modelo de prueba. Aprobaron en primera convocatoria el 98,4% de ellos e Irene Virón (IES Duques de Nájera) y Saúl Cuende (IES D'Elhuyar) fueron los mejores.

Colegios e institutos también vivieron un año de noticias, como los errores en los listados de maestros de cara al nuevo curso y la falta de docentes en algunos centros, que afectó especialmente a la formación profesional. El curso comenzó con menos alumnos en Infantil y Primaria, tendencia que se mantendrá en el futuro por la caída de la natalidad riojana. Volvieron, después de los líos del curso anterior en el comedor escolar, con nuevas empresas adjudicatarias obligadas a una mayor exigencia de calidad, si bien, la protestas de las familias llegaron por su alto coste, y es que los escolares riojanos pasaron a pagar el menú más caro de España.