Año nuevo, pensiones nuevas y Gobierno nuevo
Finanzas.. de andar por casa ·
Martín Torres Gaviria
Lunes, 13 de enero 2020, 20:36
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Finanzas.. de andar por casa ·
Martín Torres Gaviria
Lunes, 13 de enero 2020, 20:36
Hemos comenzado el año con la subida de las pensiones congelada. En todos los años que llevamos de democracia solo dos presidentes de gobierno -ambos socialistas- han osado no subir las pensiones a principio de año. Bien es cierto que por motivos bien ... diferentes. En el año 2011 el presidente socialista Zapatero congeló la subida de las pensiones con un IPC del 2,40; la mayor pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas de todos estos años y curiosamente nadie se manifestó. La medida vino justificada por la situación económica tan dramática de España, a la que se había llegado por obra y gracia de sus infructuosas, disparatadas y alucinantes medidas económicas. Y ese mismo año perdió las elecciones. Pero el actual bloqueo de la subida de las pensiones por parte del socialista Sánchez no ha sido por una cuestión económica sino simple y llanamente por un chantaje a todos los pensionistas.
Ha venido a decir algo así como: mientras yo no sea presidente del gobierno no os subo las pensiones. El resumen económico del provocativo y corrupto mensaje ha sido: si no hay gobierno los pensionistas perderán una media de 170 euros de poder adquisitivo este año y en caso contrario se subirán, con carácter retroactivo, un 0,90% en vez de un 0,25%. Aunque han omitido -¿por qué será?- que la estimación del Banco de España para este año del IPC es del 1,20%. Todo esto no es una opinión económica sin más, sino porque el artículo 58 de la Ley General de la Seguridad Social establece que las pensiones serán incrementadas al comienzo de cada año en función del índice de revalorización previsto en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del Estado. Y estamos viendo cómo el socialista Sánchez no respeta las leyes o simplemente las acomoda a su beneficio personal.
Con la entrada del nuevo año y por la aplicación de la ley del 2011 del socialista Zapatero las pensiones sufren automáticamente dos modificaciones importantes. Una es la edad de jubilación que poco a poco se va alargando. Este año la edad legal ordinaria de jubilación para aquellos que hayan cotizado menos de 37 años es de 65 años y 10 meses. Para aquellas personas que han cotizado 37 años o más, la edad de jubilación sigue siendo este año 65 años. Pero la finalidad de la ley es llegar al 2027 con la edad de jubilación mínima de 67 años. El otro factor que se modifica es el cálculo de la base reguladora. Para el cálculo de la base reguladora de la pensión este año 2020 se tienen en cuenta los últimos 23 años cotizados. Cuantos más años entren en el cálculo, más pequeña será la pensión, porque no ganamos lo mismo hoy que hace veintitrés años. Las bases de cotización van disminuyendo cuanto más atrás no retraemos. A partir del 2022 se tendrán en cuenta los 25 últimos años y previsiblemente se termine calculando utilizando toda la vida laboral. Según el acuerdo de gobernabilidad el Factor de Sostenibilidad ligado a la esperanza de vida y el Índice de Revalorización de las pensiones ligado a la situación económica de España, ya no se van a aplicar. Con estas medidas y las que vendrán, la sostenibilidad del sistema de pensiones está cada día más en peligro.
Ya tenemos gobierno. Los acuerdos de gobernabilidad se han publicado -no todos- y desde el punto de vista económico les falta lo más importante, la memoria económica; es decir, de dónde va a salir el dinero para cubrir sus ensoñaciones. Con este gobierno se va a incrementar el déficit, la deuda, los impuestos a la clase media- porque solo con los impuestos a los ricos no va a ser suficiente- va a disminuir el consumo, la producción y se va a disparar el paro. Y desde el punto de vista social y político es todavía más grave porque con el apoyo a los socialistas, por acción u omisión, de comunistas -los mismos asesores bolivarianos que han destrozado Venezuela y Bolivia y que aquí van a aplicar las mismas líneas de actuación puestas en práctica allí- sediciosos, independentistas y proetarras, corren serio peligro nuestros derechos fundamentales; en especial la libertad y la propiedad privada. Para aquellos bienintencionados, que los hay y muchos, que piensan que a nosotros no nos puede pasar, decirles que estamos más cerca del apocalipsis que del que «aquí no pasa nada».
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