El Monasterio de Yuso, que desde el año 1997 es Patrimonio de la Humanidad, está inmerso en los trámites de cara a que su torre sea restaurada y en el futuro pueda albergar visitas turísticas. La obra, que está promovida por la Consejería de Cultura, ... costará exactamente 750.000 euros y estará dirigida por un arquitecto curtido en temas patrimoniales.
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«Llevamos muchos años peleando para que esto salga adelante, es necesario darle una conservación adecuada a la torre porque hay partes en muy mal estado», explica José Ramón Pérez, prior de Yuso. En concreto, los trabajos estarán focalizados en fortalecer los muros del campanario, mediante la inyección de cal hidráulica. Asimismo, se reforzarán los elementos verticales e, incluso, existe una clara idea de revisar los cimientos.
«Llevo aquí cuatro décadas y, en este tiempo, he visto cómo se han desplazado algunos fragmentos del campanario, por ejemplo, las planchas de plomo, las piedras o las viejas maderas», apunta el prior. Pero no solo está planeado intervenir únicamente en piezas estructurales, también se va a dar un nuevo aire a la torre para que, a partir de 2026, los visitantes asciendan.
En ese sentido, se restaurará la escalera de acceso, los forjados, las campanas, el reloj y el chapitel –con su magnífica armadura original del siglo XVII–. «Todo esto se va a hacer por necesidad, la última intervención en la torre data de hace 40 años y, desde entonces, la humedad ha causado perjuicios», explican desde el estudio de arquitectura.
Y es que la situación próxima del río Cárdenas ha supuesto a lo largo de la historia el mayor hándicap para la conservación del templo. Ya en el pasado, este 'enemigo natural' de Yuso generó estragos, como riadas o derrumbes de muros. Es por ello que, con el fin de otorgar soluciones duraderas, además de restaurar el campanario, ahora se va a trabajar también en la base.
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«Vamos a excavar una franja anexa en la parte oriental de la torre, y efectuar un drenaje en el entorno de la antigua sacristía, y de las capillas parroquiales y de las Reliquias», confirma el arquitecto especializado. «Incluso, trataremos de absorber la humedad del muro, que está gravemente afectado por la subida del agua desde el suelo», añade.
Todo este plan será ejecutado desde el exterior de la torre, construyendo una estructura de andamios a su alrededor. «Esta es una casa muy grande, no nos va a afectar al día a día de los once frailes que vivimos aquí», asegura el prior de Yuso. Una vez finalicen los trabajos, previsiblemente en 2026, este lugar, uno de los más sagrados de La Rioja, dispondrá de una nueva vida.
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En 2008 existía un proyecto para ejecutar esta misma labor. No obstante, el estallido de la crisis económica supuso la cancelación de una reforma que, ahora sí, está destinada a llevarse a cabo. De los 750.000 euros presupuestados, será la carpintería y la cantería lo que se lleve la mayor parte. Más adelante, en un futuro a medio plazo, se esperan fondos adicionales para convertir varias estancias próximas a la torre, antes privadas, en un museo que complemente la visita al campanario y, por ende, a todo el Monasterio.
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