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Fernando Reinares ha sido, y seguirá siendo, un hombre de la Cruz Roja. Durante 24 años ha entregado su vida a la entidad de la que ha sido presidente y siempre se muestra como un padre orgulloso y apasionado de la labor humanitaria y social que se ha desarrollado. Vinculado a día de hoy como asesor y voluntario, ya explicó en este diario que Cruz Roja es «su segunda familia», este miércoles ha recibido la Orden del Mérito Civil de manos del rey Felipe VI por su voluntariado de más de dos décadas. Dicha distinción se ha concedido a 19 ciudadanos por ser ejemplos para la sociedad en un acto que ha tenido lugar en la celebración del décimo aniversario del reinado de su majestad.
«Estoy en una nube, quiero dedicárselo a todo el voluntariado de Cruz Roja porque yo he estado aquí por ser voluntario», ha explicado Reinares con una gran ilusión a este diario. «Ha sido lo más increíble y emocionante que se puede vivir. No lo esperaba, algo así ha nivel nacional...», ha destacado.
Los reyes, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía han presidido este emocionante acto al que le ha seguido un almuerzo oficial con autoridades y distintas personalidades de la sociedad. Durante la comida se ha revelado que, en esta ocasión, para la distribución de la mesa se han intercalado autoridades y a los distinguidos, uno de los gestos que han demostrado que hoy la cercanía tenía un peso especial. Reinares ha ocupado la silla que estaba a la izquierda de la reina Letizia. «He estado muy bien, estoy encantado y me he sentido muy honrado», ha asegurado sin olvidar que «la reina es muy amiga de Cruz Roja y hemos estado hablado de la labor que se desarrolla».
«Había muchas autoridades, estaba el presidente del Gobierno, a mi lado estaba el ministro de Asuntos Exteriores... no estaba el jefe de la oposición», ha repasado sobre los presentes.
El brindis
Con cariño ha comentado el riojano cómo ha vivido en este almuerzo el especial instante del brindis de las infantas Leonor y Sofía a los que han llamado «papá y mamá»: «Todo estaba muy bien preparado y justo a mi lado ha tenido lugar ese instante en el que ellas han demostrado ser unas buenas hijas que han querido agradecer todo a sus padres».
Fernando Reinares fue hasta 1999 responsable de la empresa de pastillas café 'Aldusa'. Después su segunda casa, también su segunda profesión, ha sido el voluntariado en Cruz Roja en la que su padre fue camillero en los años 30. Su primera labor fue como conductor para llevar niños al colegio, algunas veces en su propio coche, después se convirtió en el presidente de la entidad durante veinte años. En estas dos décadas vio cambiar el perfil de quien acudía a la organización en La Rioja, vivió una crisis económica, otra sanitaria y decenas de guerras que han traído a cientos de refugiados a La Rioja.
Entre los proyectos que puso en marcha están el Centro de Refugiados de La Rioja, multiplicar las atenciones a la ciudadanía en La Rioja durante la pandemia, coordinar el 'Plan Cruz Roja Reacciona' en respuesta al conflicto de Ucrania y la crisis económica –con la atención a más de 2.200 personas en la primera fase o la puesta en marcha, junto con el Gobierno de La Rioja, el Programa de Atención Social Urgente con atención 24 horas/365 días.
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