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Llegó desde el sudeste asiático a Europa y desembarcó en Cataluña en el 2004 para iniciar su expansión por todo el país. El aedes albopictus, conocido popularmente como mosquito tigre, es una especie invasora temible por su capacidad para transmitir y vehicular distintos ... tipos de virus. Presente ya en ocho comunidades autónomas -apenas vuela más allá de 200 o 300 metros, pero se aprovecha de los medios de transporte humano-, por La Rioja no ha aparecido todavía, que se sepa, aunque se le espera. «Está ya en Aragón, incluso en barrios de Zaragoza; en Navarra se detectó el año pasado en Vera de Bidasoa; en el País Vasco, en Mercabilbao y en Irún...», detalla Ignacio Ruiz Arrondo, quien explica que «como cada año, hemos puesto en marcha el programa de vigilancia y están instaladas ya las trampas en Logroño, Calahorra, Arnedo, Alfaro, Haro, Ezcaray... Se vigila intensamente y por ahora no ha aparecido aquí, aunque se da por hecho que llegará».
Los motivos de ese despliegue preventivo tienen que ver con la incidencia de esta especie en la salud pública, en la que el mayor riesgo no es la molestia de su picadura y las posibles reacciones alérgicas. «Esa especie es preocupante porque tienen capacidad de transmitir virus que nos suenan tanto como el zika, el dengue o el chikungunya, entre otras; y porque es una especie de mosquito que está ligado al ser humano y que se ha expandido por medio mundo debido a que es capaz de criar en cualquier objeto que tenga un poco de agua, un cenicero de un jardín, los platillos bajo las macetas, un vaso...», resalta el entomólogo del CIBIR.
La preocupación no solo reside en el mosquito tigre, el centro ha impulsado en los últimos años el estudio de estos insectos. «Antes se sabía que había 11 especies de mosquitos en La Rioja, pero desde que en el 2016 el Gobierno de La Rioja apostó por comenzar a investigar en profundidad hemos detectado ya 24. Es importante saber lo que tenemos aquí y ver qué especies pican a las personas y los animales, qué enfermedades pueden llegar a transmitir y, posteriormente, evaluar el riesgo de transmisión para tomar las medidas oportunas de control, aunque, por el momento, no hemos identificado ningún virus patógeno para las personas en los mosquitos que hemos analizado en el CIBIR», matiza el experto.
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