Eva Lobo | Jefa de sección de la Brigada de Seguridad Ciudadana

«Notaba el paso atrás de la gente como diciendo, una chica, cómo te vas a atrever»

Un proceso que, en ningún caso, resultó sencillo. «Preparar una oposición requiere de mucha concentración, trabajo, interés, implicación... Es esforzarte sin saber ni cómo va salir..., es muy duro». Pero aprobó. «Con 24 años ya tenía mi ilusión y mi vida encarrilada», asegura. Más aún porque siempre pudo contar con el respaldo de sus padres. «Nunca tuve ningún problema. El que casi se lo tomó peor fue mi hermano, pero mis padres en ningún momento se opusieron, más bien al contrario, siempre he tenido su apoyo», afirma.

En este sentido, recuerda que «mi primer destino fue San Sebastián, cuando en aquella época aún estaban las cosas un poco difíciles, pero su apoyo fue decirme que, si era mi ilusión, no había problema, siempre tuve su apoyo». No obstante, cuando se encontraba con conocidos y le preguntaban qué quería hacer, «notaba ese paso atrás de la gente como diciendo, una chica, cómo te vas a atrever, cuando para mí era normal; era lo que quería hacer».

Ya en la capital guipuzcoana, coincidió con «un montón» de inspectoras. «Hubo quien nos aceptó mejor y quien peor, como en todos los sitios». Después se trasladó a Madrid para desempeñar su labor en una brigada. «Nos incorporamos tres mujeres muy jóvenes, rodeadas de todo hombres. Teníamos aceptación, como apoyo, de los compañeros; hombres que tenían una actitud de protección y luego alguno al que no le encajaba tener que trabajar con mujeres», recuerda.

Algunos, de hecho, «te decían abiertamente que con mujeres no querían trabajar», todo debido, en parte, a que «venían de un cuerpo totalmente de hombres y consideraban que las mujeres no estaban para los puestos de responsabilidad... Su mentalidad era esa», lamenta. En su caso, no siente que haya experimentado «vivencias de machismo puro; eran costumbres, veníamos de otra educación». En este sentido, reconoce que «cuando le he ido a decir a alguien quedas detenido, he visto que no reconocía mi autoridad».

Ahora, al echar la vista atrás, afirma que «se ha evolucionado muchísimo». «Ha sido una evolución día a día. Las mujeres van llegando a puestos de alta responsabilidad y se va entendiendo». A nivel profesional, reconoce que «he disfrutado mucho. Lo mejor de esta profesión es que tiene muchas posibilidades de desempeñar tus funciones».