De la Nochevieja de los allegados, con toque de queda y cierre de la hostelería a las 20.00 horas...

Fueron las Navidades de los allegados, al permitirse el levantamiento de los confinamientos perimetrales en las fechas claves para reunirse, además de con los familiares, con todo ser humano incluible en dicha acepción.

En el caso de La Rioja, el cierre perimetral de la comunidad decayó durante ocho días, del 23 al 26 de diciembre y del 30 de dicho mes hasta el 2 de enero. El Gobierno de La Rioja también atenuó el toque de queda, fijado entre las 23.00 y la 5.00 horas, se amplió hasta la una y media de la madrugada en Nochebuena y Navidad.

No hubo tregua en el caso de la hostelería, ya que el Consejo de Gobierno se inclinó por equilibrar los riesgos que suponía la apertura de la mano en el ámbito de la movilidad con la mitigación de los peligros de la aglomeración de personas en bares y restaurantes, obligados a anticipar su hora de cierre a las ocho de la tarde en las fechas clave: 23, 24, 26 y 3o de diciembre y 1 y 2 de enero.

También las restricciones afectaron a las reuniones familiares, limitadas a diez personas, excepto para los convivientes.

La ya descomunal sexta ola obligó al Gobierno de La Rioja y a los Ejecutivos de todas las comunidades del norte a mover ficha en medio de las fiestas navideñas para tratar de frenar el impacto de un explosión de contagios fuera de control.

El Gabinete de Concha Andreu se reunió de urgencia el 28 de diciembre por la mañana para aprobar un paquete de medidas y recomendaciones que entró en vigor esa misma medianoche.

En su acuerdo, el Consejo de Gobierno decidió también, previa autorización del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, la extensión a nuevos ámbitos (alojamientos turísticos, bingos y gimnasios, entre otros) de la implantación del pasaporte COVID como salvoconducto imprescindible para acceder a determinados espacios, vigente desde el 17 de diciembre tras el aval judicial al acuerdo gubernamental tomado dos días antes.

Además, desde la medianoche del día 29 y, al menos, hasta el próximo 24 de enero, se impuso el cierre anticipado, a la 1 de la madrugada, de todos los establecimientos de hostelería, restauración y ocio nocturno en la comunidad, además de bingos, salones de juego y apuestas o espacios multifuncionales, de sociedades gastronómicas, peñas, bajeras y similares.

El resto, recomendaciones, entre otras, no superar las 10 personas en reuniones sociales y familiares en el ámbito privado.