La Nochebuena hace repuntar los precios dentro de lo esperado

Las tiendas y mercados riojanos respiran optimismo navideño que se refleja en las compras. «Siempre aprovechas estos días para comprar algo especial. Sí está más caro, pero parece que no cuesta tanto», comenta Merche, una clienta del Mercado de San Blas de Logroño, que pasea entre los poblados puestos para cerrar los encargos. Le tocaba ir a por la merluza. Los productos más selectos se encuentran en las pescaderías, donde uno puede gastarse lo que quiera. El abanico es tan amplio como apetecible. «Estoy maravillada con el mostrador que tenemos», presume Cristina Insausti, de la pescadería que lleva su apellido, en el exterior de la plaza. No es para menos. Ostras, percebes, cigalas, gambas de Huelva, carabineros...

El marisco luce en Navidad como en ninguna época del año y lleva los manjares del mar a las mesas de muchos riojanos. Las angulas, lo más preciado, están a 1.080 euros el kilo, frente a los 960 del año pasado. Se trata de uno de los productos que más ha notado la inflación, mientras que otros, como el carabinero, marcan precios similares, a 120 euros. Cristina Insausti comenta que este producto «se puso de moda hace unos años para convertirse en la estrella del marisco». En pescados, el besugo es el elegido por quienes quieren salirse de las piezas cotidianas.

Por su parte, Henar Pecharromán, de la Pescadería Domingo Navajas, en el Mercado del Corregidor, apunta a las almejas al hablar del encarecimiento: «Hay muy poca producción y eso se está notando, al final, el mar da lo que da». La contaminación de las zonas de marisqueo del norte de España están limitando su llegada a los mercados. En solo una semana, la almeja más humilde ha pasado de 26 a 31 euros por kilo, mientras que otras de mayor tamaño y calidad llevan su precio a 65 o 70 euros. También en los últimos días ha subido el coste de la merluza, los langostinos o el calamar, cuestión inevitable y de la que ya avisaban los propios comerciantes. Es ley de Navidad.

Menos fastuosos son los mostradores de las carnicerías, más cotidianos aunque con una demanda que supera a la habitual. Es difícil ver a alguien durante el año llevándose un cabrito o un cordero entero. Estos días es parte de la estampa de la plaza de Abastos. «Para cenar, pescado, y para comer, cordero, que el resto del año no comemos apenas pero en navidades es obligado», apunta Isabel, otra clienta de la plaza. También se ha notado la inflación navideña en estos productos, con el cordero encareciéndose unos tres euros desde hace un mes (hasta 24 el kilo) y el cabrito, costando cinco más. Ahora está a 30 euros una de esas piezas más que se salen de lo típico en nuestras casas y que encuentra estos días una oportunidad para ganarse un hueco.

Alfredo Iturriaga, de la carnicería Iturriaga, no deja de organizar pedidos a la espera de esa multitud que ayer se concentraba en la plaza de Abastos dispuesta a llevarse sus viandas. Calcula poca variación de precios en las últimas semanas, si bien avisa de que «quizá para Nochevieja pueda subir un poco el de cordero, porque hay escasez. Los cochinillos también están subiendo porque el cerdo está caro y los ganaderos no quieren quitarse los pequeños a un precio bajo».

Embutidos y quesos siguen otra tendencia, sin variaciones marcadas por la festividad pese a que cada vez más riojanos buscan lucirse con estos entrantes. «Hay más predisposición a probar otras cosas. Ahora traemos más variedad de quesos azules y trufados, que están muy solicitados», señala Agustín Abadía, de la Casa de los Quesos.

También se busca algo diferente en las frutas. La piña contiene sus precios pero con el temor por parte de los comerciantes de una posible subida durante la transición de Año Nuevo. Las uvas, por su parte, consolidan sus subidas de las últimas semanas, entre 5 y 6 euros el kilo, al igual que se mantiene el cardo, un clásico cotizado. La tradición sigue teniendo peso en un menú navideño cada vez más imaginativo y variado.