La Alianza del Ebro cobra fuerza

Del encuentro no se derivaron acuerdos concretos y cuantificables, pero la cita sirvió para mostrar, con el aparato protocolario de las ocasiones importantes, la disposición de abordar proyectos conjuntos que redunden en beneficio de las regiones situadas en el curso medio del Ebro. La presidenta Andreu animó, en este sentido, a que las tres regiones «unan sus capacidades»: «En el actual escenario hay grandes retos compartidos que pueden convertirse en enormes oportunidades, gracias a los fondos europeos, que no vamos a dejar pasar. La suma de nuestros territorios nos hace mucho más atractivos y competitivos a la hora de captar inversiones».

Los tres gobiernos acordaron potenciar su colaboración en materia sanitaria y de emergencias. Navarra y Aragón han sufrido este año el embate de incendios forestales muy dañinos y La Rioja también tiene una importante masa boscosa, así que todos los asistentes coincidieron en la necesidad de organizar una planificación conjunta que vaya más allá de las ayudas ocasionales en caso de catástrofe. «El fuego no entiende de fronteras», subrayó María Chivite. Lambán añadió que los efectos del cambio climático y de la despoblación rural convierten el monte en «un polvorín», lo que hace preciso y urgente planificar intervenciones preventivas.

La presidenta Andreu, por su parte, se felicitó por el convenio sanitario que ya rige entre Logroño y Pamplona –con equipos mixtos de profesionales sanitarios que realizan intervenciones a uno y otro lado del Ebro– y lo utilizó para ejemplificar las virtudes de la unión en muchos otros ámbitos. «Proyectos como la Ciudad del Envase y del Embalaje no se entienden sin el contexto económico y social compartido entre nuestras comunidades autónomas», añadió. Tanto Chivite como Andreu valoraron la oportunidad del proyecto 'Ebro Resilience', que se plantea devolver al río a su cauce natural y evitar así los daños que producen en los municipios ribereños sus ocasionales avenidas. La presidenta riojana avanzó también que las tres comunidades autónomas asistentes participarán, junto a Cantabria, Cataluña y Valencia, en el proyecto llamado 'TechFabLab', que pretende «tejer una red de emprendimiento digital entre las regiones».

Finalmente, Lambán, promotor de la cumbre, mencionó el interés compartido por mejorar las comunicaciones entre las tres regiones, especialmente en la red ferroviaria, un asunto en el que La Rioja lleva la peor parte. Las conexiones de Castejón con Pamplona y Logroño, aunque de diferente rango y velocidad, son consideradas prioritarias por parte de las tres administraciones. Lambán defendió el anhelado y siempre pospuesto Eje Cantábrico-Mediterráneo.

A la presidenta de La Rioja le acompañaron los consejeros de Hacienda, Celso González; de Salud, María Somalo; de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalcaza; de Agricultura, Eva Hita, y de Sostenibilidad, Álex Dorado. Todos ellos mantuvieron una reunión de trabajo con sus homólogos navarros y aragoneses en la sala de plenos del Ayuntamiento de San Adrián antes de dirigirse al Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), en la carretera de Andosilla. Chivite aprovechó la visita para recordar que ya se ha abierto el plazo para que las empresas opten a las subvenciones europeas recogidas en el PERTE agroalimentario y subrayó la importancia del proyecto Ebro Food Valley, que cuenta con la participación de firmas riojanas, navarras y aragonesas.

En una declaración de cariz más político, el presidente aragonés consideró que la naciente Alianza del Ebro debe ser el referente de una España más reticular y menos centralizada, que camine hacia el federalismo. «Ahora no está el horno para bollos, pero me gustaría que un día se reformara la Constitución para llegar a un sistema federal. Este es un modelo de relación que existe en países como Alemania, en donde no solo se establecen relaciones entre los estados miembros y la federación, sino también entre ellos».