Naturhouse acelera su estrategia en el comercio on line

La aparición de competidores y los nuevos hábitos de los consumidores, precipitados por las restricciones de movilidad y los cierres de establecimientos físicos, son los dos factores que han llevado a Naturhouse, buque insignia de Kiluva, a acelerar su plan de expansión digital. Y lo hace en un momento en el que el grupo sigue mostrando «robustez», pues los resultados de 2021 ya constatan que no sólo se han recuperado (la cifra de negocio llegó a desplomarse el 32,5% en 2020), sino incluso superado (crecimiento del 4,5% el año pasado), los niveles previos a la pandemia.

Las ventas on line no vienen a sustituir las clásicas que se vienen realizando a través de tiendas físicas. De hecho, los franquiciados compatibilizarán el negocio tradicional con la venta en línea en exclusiva en sus áreas geográficas de distribución. Una forma de «optimizar» los medios y que ofrece garantías de viabilidad. En total, Naturhouse cuenta en la actualidad con 1.686 puntos de venta en 30 mercados diferentes. De ellos 404 en España y «unos cinco en La Rioja».

Otra muestra del «músculo» de la compañía son los dividendos a sus accionistas (salió a Bolsa en 2015). Revuelta afirma que «acabamos de repartir doce millones de euros», una retribución «adecuada». Y con todo, «nos hemos quedado con bastante caja».

Pero además del canal digital, el grupo ha considerado que ha llegado el momento en este 2022 de «atacar fuertemente» el mercado norteamericano, ya que la sociedad estadounidense padece serios problemas de obesidad en un gran porcentaje, un óptimo nicho de negocio para la firma dietética de Revuelta. Kiluva, la matriz de Naturhouse, ya cuenta con «intereses inmobiliarios y una sociedad de inversión en Estados Unidos, pero Naturhouse como tal solo está presente en Hollywood.

El plan de expansión es muy complejo, porque como explica el presidente de la compañía pasa por «empezar a producir allí, no importar desde Europa», debido a los gravosos aranceles. Hubo un intento previo, con la compra de la factoría de Vitamin World, empresa del sector, «pero no prosperó». Sin embargo, la entrada en Estados Unidos no se puede demorar más, por lo que la solución final es «adquirir terrenos y construir una planta desde la que producir».